Resumen y sinopsis de Agujero negro de Charles Burns
Un día por al mañana te miras al espejo y tu rostro no es el mismo. Una extraña infección te ha deformado la cara. ¿Eres un monstruo? Has entrado en el Agujero Negro.Ha participado en esta ficha: bclaudia
Habla de una de las peores enfermedades que pueden afectar al ser humano, y además una que no tiene cura posible: la adolescencia. Perturbador el dibujo, en ominoso blanco y negro, y desde luego la trama, que sigue a un grupo de jóvenes a principios de los años 70 (últimos estertores del movimiento hippie, primeros pasos de lo que serían el glam y el punk) haciendo frente a horribles mutaciones que les apartan del resto de la sociedad. Sin embargo, no es esto lo que más inquietud inspira, sino más bien la soledad, la incomprensión, el nacimiento dentro de ti de pulsiones (sexuales, emocionales, humanas, en definitiva) que no entiendes y que dan miedo. Unos padres que parecen lejanos, ausentes. Unos amores inocentes y juveniles que parece que van a durar eternamente. Y la presencia de drogas y de otras sustancias, que hacen más dudoso aún el tejido de una realidad ya de por sí frágil, inestable. Las narraciones personales de Chris y Keith, los dos protagonistas, suponen el hilo conductor de un relato por momentos confuso, como los propios personajes, atravesado de delirios febriles, engañoso en apariencia, desde que comienza con un acto tan común en cualquier clase de biología en un instituto cualquiera (la disección de una rana)... la disección, en realidad, de unas vidas a la deriva, del enorme desengaño que supone el hecho de hacerse mayor. Y todo esto nos lo cuenta el autor a través de una estética, de unos conceptos, más propios de la serie B que de cualquier dramón adolescente.
Este cómic es perturbador, perturbador en su historia adolescente y alucinógena, y perturbador en la perfección de su dibujo, de su entintado. Burns es un maestro.