Resumen y sinopsis de La guerra del francés. La marca del traidor de Amando Lacueva
Sinopsis de la editorial:Un espía enviado personalmente por el emperador, quien adopta varias personalidades, suplanta la identidad de Pedro Sevilla, logrando convencer a los miembros de la Junta Superior de Cataluña de que él es el enviado por las Cortes.
El enviado de Bonaparte es un hombre camaleónico, capaz de adoptar el aspecto de diversos personajes, el más relevante es el de Joan Ixart, el impresor de la gaceta del Diario de Tarragona, que maquina con los agentes franceses y los soplones de la ciudad, para que la traición culmine con la entrega de la plaza a las tropas bonapartistas dirigidas por el mariscal de campo, Louis Gabriel Suchet.
Joan Ixart no duda en pactar con cualquiera e inventa una estrategia delirante con el comodoro Codrington, jefe de la armada británica en el Mediterráneo para que traicione a los españoles, pero ignora que el británico tiene sus propios planes. Ixart atrae toda la atención de los alguaciles y de Pedro Casas, un segundo comisionado de Cádiz, ayudado por un antiguo amigo de la infancia, Joaquin Fábregas, teniente de migueletes del segundo regimiento de artilleros de la plaza, pero quizás se trate de una trampa hábilmente urdida por los franceses para desviar la atención del verdadero cerebro de la trama, un hombre que permanece en la sombra y mueve los hilos de la conspiración.
El tablero está dispuesto, los peones ocupan sus lugares, la partida empieza cuando el conde Alacha entrega Tortosa, a partir de ese momento, la maquinaria de guerra del mejor ejército del mundo se enfrenta a la desvalida y traicionada Tarragona, pero sus habitantes, los migueletes y los somatenes, les harán frente hasta la muerte.
Novela histórica que recrea con detalle hechos acaecidos en Tarragona hace ahora justamente 200 años. Conforme avanza la novela, el lector se convence del enorme trabajo de investigación que sin duda ha requerido ésta para ser escrita. Bien documentada, fiel a la historia, y en cierto modo y como el propio autor reconoce al final, algo reivindicativa y con contenido de denuncia, tanto implícita como explícita sobre lo ocurrido en la que ahora es la ciudad adoptiva del autor y a la que sin duda ha demostrado amar profundamente al escribir esta novela.
Lectura imprescindible para todos los que gusten de la novela histórica, pero más todavía si quieren saber qué ocurría en España dos siglos atrás. Algo muy lejano y cercano a la vez, porque si estamos de acuerdo en que 20 años no son nada, 200 tampoco son tantos.
Casi todo lo incluido en la trama es real, salvo pequeños detalles que Amando Lacueva se molesta en puntualizarnos a los más quisquillosos al final del libro.
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