Resumen y sinopsis de XXI de Francisco Miguel Espinosa
Se suponía que el futuro era esperanza, que era algo bueno, que era desarrollo, progreso. El futuro era nuestra excusa para seguir vivos. Hasta que llegó Fox. Durante la primera década del siglo XXI, un simple hombre moverá la conciencia de millones de personas con su mensaje: el ser humano es el problema del planeta, y para salvarlo hay que hacer el mayor de los sacrificios. Diez años después, tres de los supervivientes a la oleada de suicidios, atentados y desastres que dejaron el mundo convertido en un oscuro paraíso de muerte, luchan día a día para encontrar un motivo por el que levantarse todas las mañanas. Necesitan aceptar tanto el desolador panorama que el futuro ofrece, como la certeza de que el pasado no fue todo lo maravilloso e idílico que quieren creer... Mientras, un mensaje de radio se repite constantemente: Fox está vivo y espera a todo aquel que desee venganza.XXI es una novela de género fantástico cuya trama, ambientada en una realidad postapocalíptica, entronca con libros actuales como La carretera, de Cormac McCarthy, o El año de la plaga, de Marc Pastor.
La crudeza de las descripciones, los perfiles de cada uno de los personajes y la intensidad de las acciones narradas atraparán al lector y no lo soltarán hasta la última página.
Novela claramente en línea con las más clásicas del género de ciencia ficción apocalíptica, a pesar de que según indica la propia sinopsis “XXI no es una novela de ciencia ficción. Ni siquiera es una novela de aventuras. Es una reflexión sobre nuestra sociedad y sobre lo que el hombre es capaz de hacer.”
Cierto que incluye reflexiones y nos hace pensar en la maldad que el género humano lleva dentro, pero ¿qué buena novela (e incluso otras no tan buenas) no incluyen en su trama reflexiones del autor, más o menos profundas, en boca de sus personajes?
Un jovencísimo autor, que exorciza sus temores por un futuro incierto en su novela, y que nos plasma en ella un mañana inmediato, ciertamente inquietante.
“Luis carga de nuevo la mochila a sus hombros, se acerca a Amelia y le acaricia la cabeza. Al retirar la mano, se lleva consigo un largo mechón de pelo.
—¿Me estoy muriendo?—pregunta Amelia.
—Sí.
—¿Y tú?
—También.”
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