Resumen y sinopsis de Metrópolis de Ferenc Karinthy
El protagonista de esta novela (titulada Épépé en su idioma original), llamado Budai, es un prestigioso lingüista y políglota húngaro que vuela desde su país para acudir a un Congreso de lingüística en Helsinki (Finlandia); se duerme durante el viaje y, al despertar, descubre que debe de haberse equivocado de avión, pues no está en Helsinki. En cuanto trata de enmendar el error, constata que no entiende a nadie y que nadie lo entiende: ha aterrizado en una gran ciudad donde sus habitantes hablan una lengua desconocida. El buen humor inicial con el que se lo toma, pronto se transforma en una lucha denodada por salir de la ciudad tentacular… Publicada en 1970, esta novela de culto recuerda la sociedad de su época: el decorado parece tomado prestado a una URSS en ruinas, o en el momento de la creación de las fronteras y de la instalación de las grandes dictaduras soviéticas. A menos de que se trate de un visión futurista de las grandes metrópolis mestizas del siglo XXI.
Brutal, un viaje frenético dentro de una gran urbe desconocida, en la que el protagonista, un lingüista, aterriza sin saber cómo, y de la que no encuentra una referencia que pueda indicarle donde se encuentra. Curiosamente, el gran hándicap se encuentra en el idioma, desconocido, balbuceado, gruñido, desestructurado, esa será la principal barrera de nuestro hombre para encontrar una salida de este laberinto urbano. En la tradición de los grandes clásicos de la literatura pesadillesca, abrazando por partes iguales a Kafka y a Orwell, con un sentido del humor sutil y algo enfermizo, y una fuerza narrativa salvaje que te empuja a seguir leyendo irremediablemente hasta las últimas palabras, el autor realiza una radiografía aguda y precisa de hacia dónde se encaminan las grandes metrópolis del mundo. Y realmente puedes observar elementos significativamente coincidentes con algunas grandes ciudades. Al mismo tiempo no es difícil sentir empatía hacia el protagonista, que desde el primer momento se ve arrastrado en una espiral de locura, en una sociedad en la que dominan el caos y la incomunicación, en la que los peores signos de decadencia de la civilización occidental aparecen recurrentemente y en la que las masas se ven representadas con crudeza en su viaje hacia el abismo, como rebaños enloquecidos de seres desprovistos de razón, guiados por el fanatismo descontrolado y por los instintos más bajos, dominados por sus entornos, sometidos a las leyes salvajes de la ciudad, y humillados, en definitiva, debido a que son desprovistos de casi todos sus derechos. Y claro que te sientes identificado con el protagonista, por su soledad, su desesperación, por su esfuerzo continuo de lograr una solución, y porque representa un contrapunto de cordura dentro de un universo insano. Y considero sin temor a estar muy lejos de la verdad que, en parte, todos alguna vez nos hemos sentidos así. Es una protesta, un grito de socorro, una advertencia de hacia dónde nos encaminamos en las grandes ciudades del mundo. A mi juicio, pocos han plasmado la soledad de un individuo rodeado de tantas personas como Karinthy. Oscuro y desgarrado a partes iguales, realmente este libro ha sido una de las grandes sorpresas de los últimos años. Les recomiendo a todos su lectura, no creo defraude a muchos.