Resumen y sinopsis de Los enamoramientos de Javier Marías
«La última vez que vi a Miguel Desvern o Deverne fue también la última que lo vio su mujer, Luisa, lo cual no dejó de ser extraño y quizá injusto, ya que ella era eso, su mujer, y yo era en cambio una desconocida...»
Así comienza Los enamoramientos, la nueva novela de Javier Marías, consagrado como uno de los mejores novelistas contemporáneos. María Dolz, la narradora y protagonista, sólo supo su nombre «cuando apareció su foto en el periódico, apuñalado y medio descamisado y a punto de convertirse en un muerto: lo último de lo que se debió de dar cuenta fue de que lo acuchillaban por confusión y sin causa».
Con una prosa profunda y cautivadora, esta novela reflexiona sobre el estado de enamoramiento, considerado casi universalmente como algo positivo e incluso redentor a veces, tanto que parece justificar casi todas las cosas: las acciones nobles y desinteresadas, pero también los mayores desmanes y ruindades.
Los enamoramientos es también un libro sobre la impunidad y sobre la horrible fuerza de los hechos; sobre la inconveniencia de que los muertos pudieran volver, por mucho que se los haya llorado y que en apariencia nada se deseara tanto como su regreso, o al menos que siguieran vivos; también sobre la imposibilidad de saber nunca la verdad cabalmente, ni siquiera la de nuestro pensamiento, oscilante y variable siempre.
Es un gusto leer a este tipo. Siempre te dejan pensado sus disertaciones
Que bien escrita esta la novela. Era la tercera vez que la empezaba y ahora si he llegado hasta el final.
Con gran detalle explicando los sentimientos de las personas, aunque he tenido momentos en los que me perdía de tantas vueltas como da.
Si tuviera que aplicar un único adjetivo a este libro, sería, sin duda, el de cruel. Cruel en cuanto al planteamiento y cruel en su descripción de un momento vital (el enamoramiento) en principio incompatible con los estados de miedo, frustración e inseguridad que experimenta la protagonista a lo largo de todo el relato. Por ello, resulta una narración sorprendente y única, una historia que sumerge en abismos insospechados y que recomiendo a personas poco impresionables. El enamoramiento no es el tema principal: es únicamente el puntal del argumento algo rocambolesco y siempre negro que Marías desarrolla en esta novela, la cual, pese a sus defectos (reiteración, sintaxis compleja en la línea estilística del autor) encuentro altamente recomendable
Creo que Javier Marías tiene fieles y detractores repartidos equitativamente. Yo no pertenezco a ninguno de los dos grupos: a veces me encanta, a veces me gusta y a veces no me gusta. Recomiendo Los enamoramientos no por la historia en sí, que es rebuscada e inverosímil, pero sí por la forma en que está contada, que en realidad, es precisamente eso lo que hace que un libro te enganche o no, sobre todo si es un libro cargado de reflexiones, como es el caso. Muy recomendable, si lo lees, que cojas un lápiz y subrayes frases y párrafos dignos de volver a ser leídos.
Reflexiones sobre el amor, o el enamoramiento mejor dicho, y sobre hasta donde llegar por conseguir al sujeto de nuestros deseos. El libro no se queda ahí y esas reflexiones, que los admiradores de Marías agradecemos y sin embargo a otros lectores les produce hastío, nos conducen por la trama de esta novela. La trama he de decir que me ha parecido menos elaborada que la de "Así empieza lo malo", novela posterior aunque yo la he leído con anterioridad, y aunque esta me ha gustado más que "Los enamoramientos", el buen hacer y el talento de Javier Marías está presente en ambas y no puedo ponerle ni un pero a esta última.
La historia me ha sonado impostada, escasamente verosímil. Las reflexiones -a cuyo servicio parecen estar los personajes, varios de ellos peroradores natos- reiterativas y, por lo general, relativamente simples, aunque se nos presenten, como hallazgos iluminadores. Se nota mucho esa actitud de supuesta revelación y pretendida enseñanza sobre la vida.
La belleza o mérito del estilo sigo sin encontrárselos a Javier Marías. Es más, su castellano me suena raro, fatigoso, sin una cadencia natural, y no pocas veces atenta incluso contra la sintaxis.
Predomina la sosería en sus muy diversas manifestaciones, tanto más notoria cuando el autor busca de forma muy expresa el humor. Como un cambio de gorra, una zalema ante el respetable. Hay cierto patetismo en el intento ya que el humor se le niega con rotundidad.
La acabé por pura disciplina lectora. De haber sido más larga la novela, me habrían flaqueado las fuerzas. No parece la obra de un supuesto gran novelista en su madurez. Sinceramente, no entiendo las grandes alabanzas que ha merecido esta novela, salvo posibles motivaciones espurias. Coincido en ello con Isaac Rosa y algún otro.
Está claro que nada (ni nadie) gusta a todo el mundo, pero como encuentro muy diversos elementos objetivos (de pura técnica narrativa) para considerarla una mala novela, me sigue asombrando su buena acogida general. El reto intelectual de indagar sobre lo que puede haber gustado tanto a otros en ella ha sido, de largo, lo más provechoso de su lectura. Esos ejercicios te hacen mejor lector y pensar bien qué eliges leer...
http://librosfutbolpoliticaymas.blogspot.com.es/2015/11/los-enamoramientos-una-mala-novela-de.html
Simplemente espectacular, la calidad de la escritura de Marías es apabullante.
Quizás este sea su libro más fácil de leer, el menos denso (quitando sus primeras novelas de juventud). La trama es muy buena y está hilvanada con gran esmero y habilidad, su lectura consigue enganchar.
Cabe destacar que Marías utiliza aquí por primera a una mujer (María Doltz) para narrar la historia, y que, aparece un viejo conocido de los textos de Marías, el siempre sorprendente Ruibérriz de Torres.
Mi novela favorita de Javier Marías por detrás de "Corazón tan blanco".
En "Los enamoramientos" nos encontramos con una historia al más puro estilo Marías, del mismo corte que "Mañana en la batalla piensa en mí" y "Corazón tan blanco", ambientada en Madrid, al igual que estas y en la que aborda mediante digresiones diversas cuestiones sentimentales relativas a un acontecimiento truculento que se nos presenta al inicio, constituyendo éste un elemento turbador que permite que la protagonista reflexione y se inmiscuya en él con consecuencias inesperadas.
He de decir que no me parece la mejor novela de Marías y que recuerda, en ocasiones excesivamente, a las antes mencionadas, a las que no iguala en calidad. Es buena, aunque no debemos olvidar que una buena novela de Marías es superior a una buena novela de la gran mayoría de autores. No se puede exigir siempre genialidad, a veces hay que conformarse sólo con el buen hacer de los genios. Recomendable sin duda.
Creo que si esta novela la hubiese escrito otro autor, un desconocido, ninguna editorial la habría publicado. Aparte del argumento simple y básico, que acerca la novela a una narración de tesis, el libro está plagado de situaciones y reacciones más absurdas que improbables. Por otra parte, ese hábito de Marías de intentar profundizar, más bien dar vueltas, en torno a un hecho cualquiera, convierte la historia en una auténtica pesadez. Es la tercera novela que leo de Javier Marías, seguro que la última. Tengo la impresión de que a este respetado e influyente escritor se le ha pasado el arroz.
La edición que he leído, adquirida en la editorial Círculo de Lectores (y de la que, por cierto, no estoy en nada satisfecha, entre otras cosas porque el comercial jugó con su situación personal para conseguir que me asociase indicando que su puesto de trabajo pendía de un hilo y de lo que, posteriormente, confirmé que era una práctica rutinaria en el manual de venta de la empresa), plasma un resumen en su contraportada indicando que la novela habla de la «impunidad y la horrible fuerza de los hechos, la inconveniencia de que los muertos pudieran volver, por mucho que se los haya llorado...».
Lo importante en esta novela y, sólo desde mi humilde punto de vista, es disfrutar de la excepcional retórica del autor, una prosa profunda inigualable y atrapadora que se enrosca al alma impidiéndole respirar hasta que no se alcanza la última palabra. Lo importante es la digresión a la que la marea arrastra una y otra vez contra el lector sobre el amor, la soledad, el delito, la amistad. No el argumento como tal, poco genuino y eternamente recurrente, cuya trama se va administrando inteligente y progresivamente a base de disyuntivas.
Los enamoramientos es mi segunda toma de contacto con un escritor de la cabeza a los pies, de aquéllos que honran la profesión y que forman parte de la historia de la literatura contemporánea haciendo del mundo de las palabras un lugar mejor frente a las tan sonadas "Ambiciones y reflexiones" o "Cincuenta sombras de Grey". La primera fue un artículo suyo sobre el que los estudiantes de bachillerato tuvimos que realizar un comentario de texto y del que, lamentablemente, apenas me acuerdo. Sí recuerdo, en cambio, a la profesora de lengua y literatura que nos invitó a leerlo. Recuerdo su pasión por Marías en particular y por las letras en general, y el especial interés que ponía en acercar a sus alumnos a la prensa escrita y, en concreto, alejándolos del diario ABC.
Marías, en esta obra (que, por supuesto, no será la última que lea), trabaja con el método de escritura de la Brújula, permitiendo a sus personajes cobrar vida propia escapándosele de entre los folios, llegando a ser dueños de sus destinos e incluso, siendo capaces de sorprender al autor al más puro estilo unamuniano. No en vano, entre los innumerables premios recibidos (y que invito a revisar en cualquier página destinada a tal información), Los enamoramientos fue elegido mejor libro 2011 por el suplemento literario Babelia.