Resumen y sinopsis de Ciudad infernal de Edward Lee
No pocos escritores han descendido al lugar del sufrimiento eterno para darnos su peculiar visión del lugar. Ahora, Edward Lee, con su Ciudad infernal ofrece las tinieblas, como una ciudad perfectamente organizada y gobernada que ha evolucionado desde el principio de los tiempos. Una metrópoli construida sobre cimientos de dolor y maldad, a la que se puede acceder por una puerta.Pero el Infierno no es precisamente como ella se esperaba. No hay pozos con azufre hirviente, ni fuego eterno. Así como la civilización humana ha evolucionado en estos últimos cinco mil años, lo mismo ha ocurrido allí. El Averno es ahora una ciudad, una metrópolis pujante llena de maldad sistematizada, con la atrocidad como statu quo y su gobierno como estructura más diabólica.
Ha participado en esta ficha: Senseifer
Comienza como una historia de casas encantadas, perteneciente a más genuino género de terror, pero conforme avanza se decanta más por el de fantasía (magia, poderes, elegidos, monstruos y seres sobrenaturales, etc.). Eso sí, fantasía oscura, enferma e increíblemente retorcida. Una original y muy imaginativa visión del infierno, como un retablo abigarrado y enloquecido de algún pintor demente. Imágenes y descripciones espantosas y repugnantes, aunque con un toque de humor negro y referencias a la cultura pop que no obstante no suavizan el impactante contenido, desde luego muy poco sutil y no apto para mentes sensibles (pero realmente es muy irreal y estilizado, de ahí lo atractivo que resulta). La trama es convencional, da quizás demasiadas vueltas y abunda en deus ex machina sacados de la manga para hacer avanzar la acción. La forma de escribir del autor no tiene nada de particular, pero consigue hacer visualizar al lector el macabro universo que plantea, y los personajes que crea son simples pero carismáticos.
Con sus defectos, creo que es de largo lo más original y adictivo que he leído dentro de éste estilo de novela. Ojalá hicieran la película, aunque a ver quién tiene las narices de poner en imágenes semejante colección de burradas.