Resumen y sinopsis de La encrucijada de Carlota de Isabel Aguilera
La historia de una mujer española, nacida en 1970, que en su día a día debe hacer frente a los retos personales y profesionales que se le presentan, intentando no desatender ninguna de estas dos facetas. Al hilo del relato, surgen cuestiones como la compatibilidad de los intereses familiares con el éxito laboral, la renuncia, el sufrimiento ante la elección, la importancia del trabajo en equipo, el liderazgo o la maternidad.
Carlota se encuentra a caballo entre dos generaciones, la analógica y la digital, y entre dos siglos. Su formación es impecable: maneja varios idiomas, ha realizado sus primeros trabajos en una multinacional, donde también desarrolla sus primeros contactos con el mundo de la dirección, y ha adquirido capacidad para asumir nuevos retos y un interés enorme por crecer. En definitiva, posee todos los ingredientes que van a permitirle convertirse en una ejecutiva de éxito. Paralelamente, se desarrolla su vida personal, con acontecimientos que pueden ser los de cualquiera: la relación con sus padres, su primer matrimonio, el divorcio, un segundo matrimonio, la maternidad, las relaciones de pareja, la amistad… A lo largo de la obra, ambos planos se entremezclan y corren paralelos. A veces prevalece lo profesional y otras lo más humano; en ocasiones los acontecimientos se le amontonan y otros periodos son de mayor calma; en determinados momentos logra pequeños avances y algunos éxitos, y en otros sufre, se equivoca y rectifica.
Temas como la innovación, el desarrollo profesional, la globalización y la tecnología, la importancia de la ética en los negocios, de la comunicación o del trabajo en equipo van apareciendo en diferentes capítulos, a veces explícitamente y otras, por la propia respuesta vital de la protagonista. Como la autora manifiesta en la introducción de la obra, cada periodo, cada suceso de su vida, cada persona que ha conocido le han enseñado algo; por desgracia, el mayor impacto procede siempre de lo negativo —solo el dolor es inolvidable—, aunque únicamente lo positivo —el bien— perdura. Otra paradoja de la vida.
Isabel Aguilera añade algunas reflexiones sobre valores, ideales, liderazgo y trabajo duro, imprescindibles para salir adelante, y reconoce que quizá algunos de sus puntos de vista no gusten a todos, pero no entiende otra forma de aportar valor que la sinceridad de decir lo que piensa.