Resumen y sinopsis de Tanta pasión para nada de Julio Llamazares
Julio Llamazares regresa a un género al que aporta su particular mirada en doce relatos y una fábula.
Esta recopilación de cuentos comprende la mayoría de los que he escrito desde hace años. En una época como esta en la que los escaparates de la librerías están llenos de libros de autoayuda y de novelas de entretenimiento, el título quizá sorprenda, pero hace honor a su contenido. Y a mi tradición nihilista: En mitad de ninguna parte, En Babia, El río del olvido, Nadie escucha.
Un jugador de fútbol que se enfrenta al momento más decisivo de su carrera, un viejo napolitano que reencuentra al amor de su juventud antes de morir, un pobre hombre que quiere parar el mundo, un conductor que desaparece, una mujer que desvela el gran secreto de su existencia cuando ya es tarde? Los protagonistas de estos relatos son muy distintos, pero todos comparten la misma extraña condena: descubrir que la vida es una pasión inútil.
Una pasión de la que forma parte el arte de escribir y de contar, que va unido al de leer y al de pensar, y que nos permite seguir viendo pese a que conozcamos su inutilidad.
Ha participado en esta ficha: bclaudia
Recopilación de cuentos en los que el autor aborda sus temas preferidos, siempre a través de una mirada pesimista del mundo y con una idea presente; la de la futilidad de la vida y lo vanos que resultan nuestros esfuerzos cuando llegan los momentos decisivos. El conjunto es dispar, encontrándonos con algún muy buen relato y con alguno bastante prescindible también. “El penalti de Djukic” detalla un instante en la carrera de un futbolista que puede decidir tanto el éxito como el fracaso absoluto, un paréntesis para recorrer toda una trayectoria vital, cual vuelta de tuerca a la típica historia de autosuperación personal. “Los viajes del tío Mario” es, creo yo, uno de los mejores cuentos del libro, pese a flirtear con lo culebronesco, sobre el viaje de un hombre que va a morir en pos de un amor de juventud que sobrevive al paso del tiempo; el esfuerzo del tipo por ser feliz, contra toda lógica, es equivalente a lo cruel que puede llegar ser el destino. En el chejoviano “Historia de un hombre que quiso parar el mundo”, el toreo es metáfora de la vida; algo que te embiste y que no puedes esquivar fácilmente, con un personaje misterioso en cuyo desgraciado final intuimos más de lo que nos cuentan. “El amigo invisible” es una sátira en torno a la habitual farsa social navideña, aunque con un poso de tristeza, al abordar la soledad de un intrépido y huraño aventurero que apenas empieza a descubrirse a sí mismo. Seguimos con “El conductor perdido” o cómo vivir inmersos en una rutina gris, en una falsa felicidad, de ahí que el protagonista (otro individuo solitario, incomprendido y no tan loco), que podría ser cualquiera, busque su propio espacio de libertad en la conducción… peor que su extravío (¿su liberación definitiva?) resulta ser la indifencia, la ceguera, de quienes le rodean.
En “El desaparecido” los fantasmas de los vencidos en la guerra civil siguen presentes en el recuerdo de los vivos, aunque con el paso del tiempo van camino de la desaparición total, y ni siquiera la tan necesaria memoria histórica será capaz de impedir tal cosa. “Un cuento de encargo” supone un ejercicio de metaficción en torno al bloqueo del escritor y lo incierto del proceso creativo… simpático, pero anecdótico y poco original. “El lilar de las monjas” y “Las campanas de la cuerna” tienen cierto aspecto de leyenda local, tratando ambos de un pasado que se resiste a desvanecerse y cuya huella pervive en un presente mediocre, reincidiendo el autor en los temas de la guerra civil y del abandono del mundo rural. En “Música en la oscuridad”, esa misma idea de pasado aún presente se manifiesta mediante el eco sobrenatural de una música que continúa sonando con los años, y en “El médico de la noche”, homenaje a la figura un tanto polémica de los maquis, el pasado resurge cuando nadie lo esperaba, siendo necesaria la resolución de unas cuentas pendientes que pueden dar sentido a una vida. Sin lugar a dudas, “A Primout no vuelve nadie” me ha parecido una obra maestra, cuajada de nostalgia y de desolación, la evocación de una mísera aldea de montaña en el recuerdo de un viejo maestro de escuela cuando de ésta ya no quedan más que ruinas; aquí el autor logra un sutil equilibro entre la añoranza de esta forma de vida, por un lado, y la ausencia de idealización por parte del otro (endogamia, ausencia de futuro, difíciles condiciones de vida…). Por último, “El día de mañana” es un pequeño microrrelato que condensa lo principal de la filosofía de estos cuentos; el día de mañana... todavía no ha llegado.
Libro de relatos cortos algunos geniales y otros un poco flojos, en general da un resultado un poco flojo.
Se edita en bolsillo "Tanta pasión para nada" de Julio Llamazares, un libro de relatos realistas, precisos y claros, donde con una acertada construcción del paisaje rural, el escritor trata temas tan complejos como la soledad, el olvido y el misterio de la muerte. El autor es mejor novelista de lo que demuestran estos cuentos. ¡¡¡Tanta pasión para nada...!!!.
El título define bien el contenido de los doce cuentos y la fábula. Con gran realismo nos cuenta retazos de la vida de diferentes protagonistas unidos por un mismo final. Para leer
Me han gustado. En una primera lectura me pareció que cuando los escribió estaba un poco vago, sobre todo por un par de cuentos que consideré poco trabajados, pero en la segunda me han gustado más. Melancólico, muy propio de Julio.