Resumen y sinopsis de A la caza de la mujer de James Ellroy
El legendario autor de novela policiaca nos ofrece unas memorias crudas y brutalmente sinceras, tan intensas como cualquiera de sus otras novelas. En 1959, James Ellroy tenía diez años. Su madre, Jean Hilliker, que acababa de divorciarse de su marido, le hizo un regalo y le dio a su hijo una elección: vivir con ella o con su padre. James eligió a su padre, y su madre le pegó una bofetada. Desde el suelo, él le deseó que se muriera, y tres meses después fue asesinada. A la caza de la mujer es la confesión de un depredador, un tratado sobre la culpabilidad y sobre el poder de una maldición, pero ante todo es una confesión apasionada. James Ellroy describe abiertamente su dura infancia, su época de joven delincuente, su vida de escritor, sus historias amorosas y sus matrimonios, sus ataques de nervios, y el inicio de una relación extraordinaria con una mujer que posiblemente sea la que siempre ha estado buscando. A la caza de la mujer es una obra brillante que muestra con sinceridad el alma de James Ellroy. Seguro que nunca antes habrá leído unas memorias como estas.
Libro autobiográfico que puede resultar interesante sobre todo para los amantes de la escritura de James Ellroy. Para mí, arranca muy bien, pero a medida que va relatando su historia de amor con varias mujeres me resultó menos interesante. No está mal, pero el mejor Ellroy está en otros títulos.
Creo que en este caso el uso (habitual en él) de enunciados cortos no le jugó a favor. Considero que las memorias deben llevar más contenido, más adjetivación. Además, el relato de su vida ya lo había tratado en otro libro.
Relato escrito en forma de autobiografía de la infancia del escritor. El libro puede definir historias reales, pero no es un ejemplo real de la calidad del escritor. Uno de sus peores libros.
No me ha gustado nada. Me pareció muy limitado el manejo del lenguaje del autor, que escribe, al menos en éste, (el primero y último que leo de él) con frases cortas y sin ningún talento literario. Me dejó un mal sabor