Resumen y sinopsis de El amor molesto de Elena Ferrante
Una joya de la literatura contemporánea de la gran Elena Ferrante, la autora que ha fascinado a más de 20 millones de lectores en 42 países y es el mayor enimga de la literatura actual
Una mañana una mujer mayor aparece ahogada en el mar, vestida solo con un sujetador de encaje. Será Delia, su hija, quien tendrá que reconstruir la vieja historia que se esconde tras lo sucedido. En una frenética búsqueda que se debate entre la realidad y las tortuosas vías de la memoria, Delia recorre de nuevo Nápoles, su ciudad natal, reviviendo un pasado que se propuso olvidar, pero vuelve y duele.
En una primera novela que fue aclamada por el público y la crítica, Elena Ferrante nos atrapa entre calles hostiles y sofocantes, que huelen a café, a sudor, a momentos en que una mentira bien contada cambió el sentido de la vida de esa mujer que ahora solo ha dejado una prenda de encaje como testimonio de su rencor. Dalia piensa, recuerda, busca, sabiendo muy bien que hay lazos entre madres e hijas que ni siquiera la muerte puede romper.
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Ferrante inicia su andadura narrativa con este relato de (des)amor materno-filial, con una anécdota de tintes policiales como punto de partida, al igual que haría con su célebre tetralogía de las “dos amigas”.
La muerte por ahogamiento de una mujer mayor en una playa, vestida únicamente con un caro sujetador de encaje, lleva a la hija de esta a reconstruir su figura ausente a través de las pocas pistas, en forma de prendas de ropa, que esta parece haber dejado a su paso, como en un juego sutil. Tenemos por lo tanto una narración en primera persona, a cargo de una voz femenina que busca unir fragmentos de vida y dar sentido, con Nápoles, esa ciudad odiada pero cuya influencia es insoslayable, presidiéndolo todo. Las prendas serán por tanto el hilo del que tirar para invocar la presencia de la madre, costurera, propiciando el encuentro con personajes, generalmente hombres, del pasado de esta.
El relato es vacilante, carente de una estructura más orgánica, cuesta seguir ese “hilo”. Con tendencia a la digresión, a un lenguaje algo recargado, cruzándose de manera recurrente los mismos nombres a medida que esclarecemos una trama que funciona en dos tiempos, conforme se nos descubre a una protagonista que realmente son dos personas. La hija, que vive asediada por la memoria de la progenitora con quien sostuvo una complicada relación, y la de esta; víctima de la violencia machista más atroz por parte de un padre artista que se inspiraba en su belleza y sensualidad a la vez que le hacía la vida imposible, consumido por los celos, la inseguridad y el sentimiento posesivo.
El ambiente es a menudo de suciedad, malos olores y decrepitud, un tiempo y un lugar desde luego pésimos, tal y como nos los pintan, para las mujeres, que son objeto de todo tipo de humillaciones, desprecios y violencia, incluyendo la de tipo sexual, sea en el ámbito público de la calle, el transporte, sea en el hogar, generando disputas, rivalidades y conflictos irresolubles entre unas figuras masculinas de algún modo solitarias, que serán sólo la sombra de lo que una vez fueron, degradadas y seniles.
A destacar el componente de reconstrucción subjetiva de lo que ocurrió realmente o pudo ocurrir, deformado por la infancia, época de comprensión imperfecta de las realidades adultas, imaginación fecunda y tendencia a una mentira inocente, o no tanto, que puede alterar la vida y sembrar un oscuro germen difícil de extirpar. Lugares rememorados con los colores de otro tiempo, pero convertidos, al igual que las personas, en ruinas; los hijos, impulsados a imitar y remedar los pasos mal dados de sus mayores. Un componente de frustración sexual femenina un tanto freudiano, de nuevo relacionado con experiencias confusas de la niñez. Y un final truncado, que sin embargo trae un reencuentro y una aceptación.
Un buen relato sobre los conflictos entre una madre y una hija. Se nos describen los sentimientos contradictorios que siente una hija por su madre, a la que ama y odia, intenta parecerse y no soporta que las comparen, admira y envidia. También nos habla de la idealización que tenemos de nuestra propia infancia, de la vejez solitaria y triste y, enmarcándolo todo, el machismo y la violencia que sufren las mujeres en esta sociedad, diseñada para ningunearlas. Muy bien escrito. Con pocas palabras, pero contundentes, nos habla sobre todas estas cosas.
Muy buena primera novela de Ferrante. El redescubrimiento de los amigos de la infancia, de los lugares y los hechos de entonces y, sobre todo, de la madre vistos desde la mirada adulta. Leída después de "Dos amigas" no desentona en absoluto.
Hay una distancia de 20 años entre El amor molesto y la tetralogía de las Dos amigas, y esa distancia es crucial, porque se nota en la experiencia narrativa de la autora. En sus inicios tiene maestría y tras la experiencia su maestría es apabullante.
En El amor molesto los personajes manifiestan una forma de ser que casi se percibe en la piel de quien lee. El resentimiento y la hostilidad de Delia se alcanza a descifrar en su totalidad en un final abrumador.