Una exploración intensa y luminosa de la vida que brota de la sombra de la muerte.
«Un sábado del mes de agosto sales de tu casa vestido para jugar al tenis y acompañado por tu mujer. En medio del jardín le haces saber que se te ha olvidado la raqueta en casa. Vuelves a por ella pero, en vez de encaminarte hacia el armario de la entrada donde sueles guardarla, bajas al sótano. Tu mujer no lo ve, se ha quedado fuera, hace buen tiempo, disfruta del sol. Unos instantes después oye la descarga de un arma de fuego».
La alegría me precede La tristeza me sigue La muerte me espera
Como una especie de recuerdo póstumo, este relato resulta ser como una especie de elegía descriptiva. No me pareció especialmente conmovedora, ni en el relato ni en la semblanza del amigo fallecido por su propia decisión. Es una mezcla de recuerdos con sentimientos y evocaciones de "lo que pudo haber sido" y de lo que fue.
RicardoTSSuicidio5
Esta exploración del suicidio no me parece intensa ni tampoco luminosa en exceso. La escritura está concentrada en pequeños párrafos, muy poéticos, pero la construcción del personaje, del suicida, es demasiado etérea. Se le dan tantos calificativos "guays", es tan etéreo y genial, que resulta sobrehumano e inverosímil. Entonces, toda la fuerza que podría tener el suicidio, se pierde. Es un libro que al principio está bien, te fascina, pero luego cansa, por repetitivo, por excesivo, por incongruente. No es el gran libro que me esperaba.
Como una especie de recuerdo póstumo, este relato resulta ser como una especie de elegía descriptiva. No me pareció especialmente conmovedora, ni en el relato ni en la semblanza del amigo fallecido por su propia decisión. Es una mezcla de recuerdos con sentimientos y evocaciones de "lo que pudo haber sido" y de lo que fue.
Esta exploración del suicidio no me parece intensa ni tampoco luminosa en exceso. La escritura está concentrada en pequeños párrafos, muy poéticos, pero la construcción del personaje, del suicida, es demasiado etérea. Se le dan tantos calificativos "guays", es tan etéreo y genial, que resulta sobrehumano e inverosímil. Entonces, toda la fuerza que podría tener el suicidio, se pierde. Es un libro que al principio está bien, te fascina, pero luego cansa, por repetitivo, por excesivo, por incongruente. No es el gran libro que me esperaba.