"Sus libros terminan como lo hace la vida. Queda uno con la sensación de que ésta continúa" Joseph Conrad Sam Scrope, un americano que viaja por Italia en compañía de un amigo, se encuentra cerca de Albano con un muchacho campesino llamado Angelo, el cual posee un objeto antiguo de gran valor: un topacio labrado, un intaglio. Arteramente, por unos pocos escudos, Scrope logra hacerse con la antigüedad. Poco después Scrope conoce a una joven turista americana, Adina Waddington, de la que se enamora y a la que obsequia con el topacio. Pero Angelo, enterado del valor real del intaglio y ofendido por el engaño de que fue objeto, prepara su venganza.
Adina es uno de los relatos que escribió Henry James en su primera época, fruto de sus estancias en Italia. La historia nos es contada a través de la mirada del compañero de viaje de Scrope, y nos ofrece un sutil juego de pasiones, así como una muestra de la confrontación entre dos mundos y dos mentalidades: la americana y la del viejo continente, un tema que siempre preocupó a James y del que Adina es un delicado y elegante ejemplo.