Resumen y sinopsis de Sabotaje olímpico de Manuel Vázquez Montalbán
Manuel Vázquez Montalban utilizó a su personaje favorito, el detective Pepe Carvalho, para ajustar cuentas con el año 1992, considerado prodigioso en la época pero cuyas consecuencias todavía resuenan en España.
La guerra del Golfo ¿ocurrió? ¿Y los Juegos Olímpicos de Barcelona? ¿Están ustedes seguros de que en Sevilla se organizó una Exposición Universal en 1992? En la línea de la fábula satírica, en los límites de la melancolía y el sarcasmo, Carvalho protagoniza un ajuste de cuentas con el año prodigioso, 1992, desde la perspectiva de un mundo en crisis que en 1993 ha olvidado todos los autos sacramentales de la modernidad. Eso sí, Carvalho sigue siendo Carvalho, Biscuter, Biscuter y Charo... reaparece.
Obra sin mucha sustancia, si no es para ridiculizar las Olimpiadas de Barcelona en 1992. Aunque cuenta con las apariciones de Carvalho y su servidor Biscuter, no hay ninguna muerte por investigar. Todo es una broma que parodia a las altas instancias de ese momento clave en España, con figuras como el Rey, Samaranch, Corcuera o Mariscal. No me gustó mucho, es todo como una farsa que no tiene mucho sentido (atletas blancos que desean ser mulatos, dobles que suplantan a los presidentes...).