Resumen y sinopsis de Edad prohibida de Torcuato Luca de Tena
El doloroso descubrimiento de sí mismo es para el adolescente un drama más hondo, si cabe, que el descubrimiento de cuanto le rodea, porque por primera vez se siente protagonista y creador de una novela, que es la suya y que no le gusta. En las páginas de Edad prohibida vivimos este drama, que no ha de ser forzosamente --y perdónesenos la paradoja-- dramático. Los personajes son niños, son adolescentes, son hombres y mujeres que estrenan la angustia y la alegría de la primera ilusión, el primer desengaño. Todo es nimio, todo es intrascendente. Pero en este devenir de los años mozos se recogen las semillas que han de marcar luego, y para siempre, el destino de los hombres y las mujeres. El autor ha hecho una obra difícil, porque su trascendencia crece, como el árbol de la semilla, de minúsculos aconteceres que llevan al lector, insensiblemente, hacia los años de su propia adolescencia. De todas las obras de Torcuato Luca de Tena --Premio Nacional de Literatura 1955, Premio Editorial Planeta 1961--, Edad prohibida es, probablemente, una de las más ambiciosas, de más ritmo, de más sosegada tensión. Las dotes de observación, el estudio de los personajes, la brillantez del estilo hacen de esta obra una novela ejemplar.
Es una novela escrita con ternura y de forma muy natural. No desentona entre los que pertenecen a esas generaciones de la época en que fue publicada, o quedan cerca. De alguna manera pueden sentirse identificados. Era una edad en la que dominaba la inocencia, y también la ignorancia a todo lo que se venía encima.
¿Por qué llamarla Edad Prohibida? Tal vez por el desconcierto de ser considerado niño o ya un hombre, según para qué. O descubrir que la chica de quien te has enamorado se ha convertido, de un día para otro en mujer, y tú sigues siendo un crio.
Hay un capítulo del libro, que lleva el título de la novela, donde más claro se expresa esa sensación. Uno de los protagonistas no lo comprende, y se enfada consigo mismo diciéndose que la adolescencia debería estar prohibida.
El autor expone esta etapa de revuelos con cierto toque de exageración. Tal vez con la intención de hacer ver al lector que, entre la forma de vivir Enrique su Edad prohibida y la de Anastasio, hay un abismo que es necesario expresar para resaltar la importancia de las decisiones que se toman en esta edad.
La novela se sitúa en los finales de la Guerra Civil. Un escenario que no destaca demasiado porque no es relevante. En cuanto a la trama, es la historia de unos chicos que despiertan a la adolescencia y se descubren a sí mismos. El paso del tiempo los hará crecer y se convertirán en personas adultas.
Todos se recordarán entre sí mientras recorren caminos diferentes, hasta el día que estos se crucen y los amigos se vuelvan a ver. Llegados a este punto se sabrá el resultado de las decisiones que tomó cada uno de ellos.
Nos lo avisa el autor desde el principio. Empieza en tiempo presente, con los dos personajes principales, y continúa narrando las adolescencias de ellos y sus amigos. Lo bello de esta novela es saborear la evolución de esta etapa de la vida que también considero complicada.
Desde la incertidumbre de no saber por qué te sientes así, descubrir el amor o sentir atracción hacia otra persona y no saber cómo actuar, dejarte llevar a veces por los impulsos… Es un cúmulo de experiencias nuevas originando el caos en tu cabeza.
Y en el fondo es el paso necesario para llegar a la madurez.
Creo que se podría incluir dentro del género de novela de aprendizaje en donde, de manera muy acertada y con una buena dosis de ternura, trata la difícil etapa de la adolescencia, sus miedos e inquietudes, las mariposas y rubores ante los primeros hechizos amorosos, recuerdos que permanecen indelebles en nuestro álbum.
Todos llevamos dentro un trozo de Enrique y otro tanto de Anastasio.
Segundo libro que leo de este autor y me ha vuelto a encantar. Fácil de leer y muy adictivo. Lo único que el final me ha dejado un poco con sabor a me falta algo más, no pensaba que terminara así pero aun así lo recomiendo y mucho.
Quizá si me hubiese leído este libro cuando era adolescente coincidiría con las opiniones que dicen que guardan muy buen recuerdo de este libro, pero como no es así, difiero bastante. La primera parte del libro me ha parecido bastante cursi, ñoño con diálogos y personajes simples (a excepción de Enrique, que es justamente todo lo contrario). Quizá sea así porque es un libro escrito en 1958 y puede que los adolescentes en la época en la que se narran los hechos, eran así. Pero aún y todo esta parte del libro me ha resultado demasiado empalagosa y ñoña. Cuando los personajes ya son mayores el libro mejora algo, aunque sigue sin convencerme del todo. El final me ha resultado previsible, aunque bajo mi punto de vista, poco creíble. Hubiera sido interesante profundizar más en la historia personal de Anastasio y de Enrique, ya de adultos.
Totalmente recomendable. En la línea de otras obras del autor, esta novela me ha enganchado desde el primer momento. La narración sencilla, clara y directa de situaciones cotidianas en las que aparecen los conflictos personales y sociales entre lo correcto y lo incorrecto, lo deseado y lo que se tiene en realidad, así como los estereotipos sociales, permiten disfrutar de un libro sin grandes complicaciones literarias pero con un estilo único. Como en otras obras de este autor, el final te deja con la sensación de querer más.
No está al nivel de Los renglones torcidos de Dios, pero es una buena novela, de las que hace revivir las reminiscencias de la juventud, los amoríos, el miedo a conocer nuevos amigos en un sitio extraño, la equivocación a la hora de seguir al líder con más influencia... El contexto histórico donde lo sitúa, en San Sebastián durante la Guerra Civil, añade un punto de interés.
Esa difícil edad de la adolescencia donde la niñez es una rémora y el mundo adulto un compromiso, lo analiza Luca de Tena en este breve libro.
Había leído antes "Los renglones torcidos de Dios" y ahora no sabría decidirme si aquel me agradó más que este o al revés.
Ambos están bien escritos y el lector pasa con avidez las hojas buscando ver cómo sigue la trama, más urdida en Los renglones, más espontánea y vital en este.
Anastasio un niño tímido a la par que bueno, que se debate entre el bien y el mal, entre el pecado y lo admitido por la iglesia y las normas imperantes, aunque al final siempre venza su bondad, o quizá alguien entienda, su mojigatería.
Recuerdo que lo leí hace 17 años en el cuartel donde hice la mili y me había encantado. Ahora lo he paladeado y disfrutado, encontrando más matices y aflorando más emociones en mi. Un hermoso canto a la nostalgia, preciosa evocación de esa edad que siempre marca la vida de las personas, la edad de la rebeldía, las pandillas, del primer amor... El final abierto es la impronta lírica del autor.
Recuerdo que me gustó mucho, preciosa.
Entrañable novela donde se retrata la adolescencia y la juventud a través del joven Anastasio y su grupo de amigos de familias acomodadas al principio de la guerra civil española en San Sebastian. Excelente los perfiles de los personajes que Torcuato recrea con maestría. Novela que gana en intensidad y emoción conforme vas leyendo hasta conseguirte atraparte en este torbellino de emociones que es la adolescencia y juventud . Adolescencia y juventud retratados en la novela y tan distintos en algunas cosas y tan iguales en otras a la adolescencia y juventud actuales.