Resumen y sinopsis de La cena de Herman Koch
¿Hasta dónde es capaz de llegar un padre para encubrir a un hijo que comete un delito injustificable? ¿Debe prevalecer el instinto de protección paterna, o la lealtad a unas normas sociales que garantizan la coherencia y la fortaleza del grupo? Estas y otras preguntas de igual calibre surgen como dardos durante la lectura de La cena, una novela ácida y provocadora que apunta sin miramientos a toda una clase social acomodada de los Países Bajos y, por extensión, de toda Europa, instalada en una inercia de autosatisfacción y complacencia, e indiferente hacia el devenir de la generación que ha de sucederla.Tras cosechar un éxito inmediato y arrollador en Holanda —copó las listas de bestsellers, y ya ha vendido más de 340 mil ejemplares—, La cena ganó el Premio del Público y fue declarado Libro del Año 2009.
De longitud justa, lo cual siempre es un punto a favor. Y, sobre todo, interesante. Historia bien tejida, en torno a un hecho crítico que tarda en aparecer pero que envuelve toda la novela. Bien resuelto. Me ha dejado un buen sabor de boca.
Sobrecogedor. Hasta dónde se defiende a los hijos?.
Los personajes, atormentados desde un principio, tienen un secreto que no comparten pero que se aprecia en el nerviosismo y en su actitud extraña.
Generan ansiedad y angustia, pero el escritor sabe mantener la angustia desde el principio. Luego la sorpresa y luego la duda de cómo lo resolverá.
Recomendable
Inquietante, desconcertante y original, La Cena es una de esas novelas, que no puedes dejar de leer una vez la empiezas. Por desgracia, todo lo que te deslumbra al principio, desaparece rápidamente hasta que no queda nada a lo que agarrarse, más allá de la profunda repulsión que producen tanto la historia como los personajes.
Su autor, Herman Koch, era un completo desconocido para mí. Y, aunque resulta un buen escritor, el tema del que trata desluce un poco su prosa. Gracias a su forma de escribir, clara, concisa y exenta de emociones, a sus descripciones, parcas aunque suficientes y de unos personajes coherentes y sorprendentes, la cena resulta una lectura gratificante, aunque no por ello agradable.
Sin embargo todo no podía ser bueno. Tiene una leve tendencia a la reiteración, una manera desordenada de contar recuerdos que lo hace bastante confuso, y una necesidad de meter demasiada divagación y reflexión por parte de Paul, el personaje principal.
La historia, narra como dos matrimonios quedan a cenar en un moderno restaurante para tratar el futuro de sus hijos, responsables de un acto de violencia extrema. En el comienzo, me esperaba una fábula moralizadora que hace preguntas al lector tipo: "¿Qué estarías dispuesto a hacer para proteger a alguien a quien quieres?". Pero todo el cuestionamiento ético se diluye hasta quedar en nada, cuando descubres que nuestro protagonista, padre de uno de los chicos, es un perturbado. Así pues no hay una moraleja final, solamente una persona con graves problemas mentales, que nos regala múltiples escenas de violencia gratuitas a lo largo de toda la trama.
El desenlace te deja un pésimo sabor de boca. Si bien es cierto que no es especialmente brutal se te hace cuesta arriba y no puedes dejar de pensar, como en este mundo corrupto los peores siempre salen bien parados.
En suma, La cena es una novela diferente. Puede resultar desagradable, aunque increíblemente verosímil, y que nos invita a reflexionar sobre donde está el límite de lo aceptable y cuando es necesario pensar en el bienestar común, antes que en el del núcleo familiar.
Si tenéis un fuerte estómago lector, la podréis leer sin problemas. Pero si sois un poco sensibles, es mejor que os apartéis de su camino. En cualquier caso no la recomiendo especialmente. No merece la pena pasar un mal rato leyendo algo que, por desgracia, ha pasado más veces de las que nos imaginamos.
Narra los sucesos que acontecen durante una cena de dos hermanos con sus respectivas mujeres. El narrador es uno de los hermanos. Al principio parece una persona bastante normal, pero poco a poco se va viendo que es un energúmeno, agresivo, violento que no está nada bien de la cabeza. Es curioso como el autor del libro se basa en un hecho real sucedido en Barcelona hace 10 años, pero situándolo en Holanda para narrar unos hechos muy desagradables protagonizados por sus hijos.
Esta novela invita a hacer algunas reflexiones interesantes: la moralidad, la violencia, lo políticamente correcto... es provocadora e inquietante, porque el lector no puede evitar sentir simpatía hacia unos personajes cuya actitud es bastante reprobable. A ello contribuye el estilo cercano y mordaz del autor, aunque en ocasiones flojea un poco. El principio es prometedor y el final, potente, pero la parte central de la novela resulta un poco larga.
La novela tiene muchos matices. Algo anárquica en su relato, que intercala no sólo los tiempos (hay bastantes flashbacks) sino el tipo de relato, que alterna entre descriptivo e introspectivo. Una gran virtud del autor es la de desmenuzar analíticamente aún los gestos más superficiales y aparentemente sin importancia; lo hace magistralmente y de manera certera. Otro aspecto muy destacable sin duda es que es imposible no sentirse involucrado en forma directa con la situación que se relata: se toma partido, es inevitable, y en gran parte gracias a lo familiar que resulta el lenguaje del autor. Finalmente, esta novela trata sobre más cosas de las que parece.
En el "debe" apuntaría algunos cabos sueltos, algunas resoluciones nada logradas de situaciones interesantes y alguna simplificación extrema de temas trascendentes. Pero no es un tratado; es una novela, y por cierto recomendable, que no dejará indiferente a ningún lector.
Excelente prosa y sin duda, original la elección del autor de que todo transcurra a lo largo de una sola velada. Desenlace inesperado que se va dibujando a pequeñas pinceladas a lo largo de la narración. Sin embargo, no le doy una mayor puntuación porque toda la intriga gira en torno a un hecho real, un crimen atroz cometido en Barcelona hace unos años (aunque Koch lo desubique), lo que a mi parecer, le resta frescura y originalidad.
Una novela que retrata muchos aspectos de nuestra sociedad de hoy en día con un humor inteligente. Un libro muy actual, bien narrado, con una historia coherente y bien cohesionado, así como un final redondo.
Lo mejor es la descripción del temperamento del narrador, psicópata imprevisible. La narración se sustenta en los actos execrables de varios niñatos holandeses que producen repulsión en el lector. Perfecto el retrato del político ambicioso y sin personalidad, siempre preocupado en guardar las apariencias. Novela corta, escrita con corrección y con un inexplicable éxito internacional.
A lo largo de una cena familiar se van desgranando los problemas familiares, que van dejando pasar aun sabiendo que irremediablemente deberán ser tocados.
Si algo se palpa a lo largo de la novela es la tensión de la que no te puedes abstraer.
El final no es predecible en absoluto.