Resumen y sinopsis de American splendor de Robert Crumb
En muchos sentidos, Harvey Pekar es un mindundi de los más corriente, como tú y como yo. Tiene su currele a jornada completa, sus gatos, su compañera sentimental... y sus guiones para American Splendor , el tebeo desde donde lleva contándonos como le van las cosas desde 1976. Como es natural, a lo largo de todos estos años a tenido sus más y sus menos, ha pasado por todo tipo de experiencias, y ha tenido oportunidad de conocer a los personajes más estrafalarios que te puedas echar en cara. Ilustrado por artistas del calibre de Robert Crumb o Joe Sacco, American Splendor es el cómic de un hombre que lleva trabajando como archivista en un hospital desde 1966. Un tebeo sin paladines ni villanos, sin ases en la manga ni desenlaces inverosímiles. Un cómic que nos habla de personas, de actitudes, de verdades tremendamente cercanas a todos nosotros. Y sin embargo, tal y como señala Crumb en su prólogo a este libro, "eso no significa que American Splendor no sea entretenimiento. Harvey es un gran contador de historias". Cuánta razón tiene. Gracias a ello y a raíz del éxito de la película de título homónimo, en 2001 Harv pudo dejar su trabajo como archivista y dedicarse exclusivamente a sus textos y a sus guiones. Aquí os presentamos algunos de ellos, ilustrados además por el que probablemente sea el mejor dibujante del planeta.
El autor es Harvey Pekar. Los dibujantes, muchos, no sólo Robert Crumb. Pero la obra es de Harvey Pekar. Es el padre del comic underground, estrenándose con American Splendor en este subgénero del mismo que trata de la fascinante vida cotidiana. Lo he leído muchas veces. Ninguna es igual a otra y en todas aprendes. Me acuerdo de Harvey cuando me atosigan las tareas cotidianas. Cultura y sensibilidad de Pekar en nuestro día a día. Otro día más.
Hay genialidades en algunas de las historias cotidianas de American Splendor, no sólo porque nunca se habían tratado sino por la forma en que se enfoca esa situación. A mí, personalmente, el dibujo de Crumb me gusta mucho. Sin embargo, en general, la gran mayoría aburren por lo triviales que son y por no entender muy bien la necesidad de retratar ese instante de rutina.