Resumen y sinopsis de Las chicas malas no mueren de Katie Alender
Alexis creía que llevaba una existencia totalmente disfuncional en el instituto: disfuncional como el matrimonio de sus padres; como Kasey, su hermana de trece años loca por las muñecas; incluso como su propia actitud antisocial y su animadversión hacia las animadoras. Kasey se comporta de forma más extraña que nunca: sus ojos azules se vuelven verdes, utiliza lenguaje extraño y anticuado, e incluso llega a tener lagunas sobre las que afirma no recordar nada de su extraño comportamiento. La casa en la que habitan también está cambiando. Las puertas se abren y se cierran solas, el agua hierve sobre los fogones apagados, el desconectado aire acondicionado transforma la casa en un lugar helado en el que las chicas pueden ver sus propias vaharadas. Alexis sabe que es la única persona que puede detener a Kasey. Pero, ¿y si esa niña de ojos verdes ya no es Kasey?
Entretenida, aunque terriblemente simplona, incluso para ser una novela destinada al público juvenil.
Los personajes están muy estereotipados y poco perfilados. Si por ejemplo nos fijamos en la protagonista, nos encontramos con la típica Nerd antisocial, defensora de las causas perdidas y que odia a la clase popular, aunque secretamente quiera pertenecer a ella, como todos los adolescentes.
¿Y qué decir de la historia? Muy sencilla, convencional y previsible. Aunque hay algún mini giro que parece que va mejorar la historia, en realidad la vuelve más convencional de lo que era.
Por último, tengo poco de que hablar sobre el estilo de escribir de la autora. Es tan insípido como el resto de la novela.
Resumiendo, nos encontramos ante el típico libro para adolescentes. Fácil de leer y con una historia sin complejidades y totalmente previsible.