Resumen y sinopsis de No hay silencio que no termine de Íngrid Betancourt
En 2002 Ingrid Betancourt, candidata a la presidencia de Colombia, fue secuestrada. No hay silencio que no termine es el relato de sus seis años y medio de cautiverio a manos de las FARC. Íntimo, terrible, intensamente personal, este testimonio de su propia aventura no se parece a ningún otro. He aquí un viaje al corazón de las emociones extremas, una meditación sobre la vida, sobre la condición del réprobo y sobre lo que significa ser humano.
«Había perdido toda mi libertad y, con ella, todo cuanto me importaba. Alejada a la fuerza de mis hijos, de mi madre, de mi vida y de mis sueños; con el cuello encadenado a un árbol… en condiciones de la más infame humillación, conservaba, no obstante, la más preciosa de las libertades, que nadie podría arrebatarme jamás: la de decidir quién quería ser». Ingrid Betancourt.
Es el testimonio de Ingrid Betancourt quien, en su momento, tuvo un papel importante en la política colombiana. La moneda tiene dos caras y por eso hay que leerla a ella y a Clara Rojas, quienes vivieron simultáneamente un secuestro, que junto a los miles de secuestros de las FARC, son innegablemente condenables.
Parece que el que no va a terminar no es el silencio, sino el libro. Tedioso y soporífero a más no poder, y además, inverosímil. Para empezar, fue ella quien se metió a una zona roja, en la cual la guerrilla imponía su ley, pese a las múltiples advertencias, y en este panfleto viene a describirse como la defensora del pueblo y la heroína del cuento. Terrible.
No me gusto ni ahí. Estuve más de dos meses para leerlo y no porque no se lea fácil sino por el embole que me daba. No entiendo como una persona en su sano juicio hace una auto biografía y se hace odiar de la manera que lo logra Ingrid. La verdad me pareció una pedante que se tiraba de superhéroe..me caía mejor antes de leer el libro..eso seguro. No lo recomiendo.