La novela transcurre en un barrio en las afueras de la ciudad aunque desde ahí se escuchen las campanas de Catedral. También le dan ese nombre a Remedios, hija del herrero del barrio, un hombre borracho, con una madre resignada y llena de hermanitos. Remedios es una muchacha bonita que aspira salir de ese lugar y consigue un trabajo en un taller de costura en el centro. La pretende el empleado de una tienda, Cornichón, quien la seduce, ella se va a vivir con él, lo que ocasiona el repudio de su padre sobre todo, y el chismorreo y burla de sus vecinos. El seductor al poco tiempo no le presta la misma atención, le deja de dar dinero y ella tiene que soportarlo todo. En una discusión y forcejeo, la pistola se dispara y Cornichón muere. Remedios se va a juicio, sale libre, sus padres se habían ido a otra ciudad, y pareciera que el único refugio que le queda es el de la iglesia a la que entra al llegar al barrio de donde salió, pero ya sin ningún futuro.
La novela transcurre en un barrio en las afueras de la ciudad aunque desde ahí se escuchen las campanas de Catedral. También le dan ese nombre a Remedios, hija del herrero del barrio, un hombre borracho, con una madre resignada y llena de hermanitos. Remedios es una muchacha bonita que aspira salir de ese lugar y consigue un trabajo en un taller de costura en el centro. La pretende el empleado de una tienda, Cornichón, quien la seduce, ella se va a vivir con él, lo que ocasiona el repudio de su padre sobre todo, y el chismorreo y burla de sus vecinos. El seductor al poco tiempo no le presta la misma atención, le deja de dar dinero y ella tiene que soportarlo todo. En una discusión y forcejeo, la pistola se dispara y Cornichón muere. Remedios se va a juicio, sale libre, sus padres se habían ido a otra ciudad, y pareciera que el único refugio que le queda es el de la iglesia a la que entra al llegar al barrio de donde salió, pero ya sin ningún futuro.