Resumen y sinopsis de Las ninfas de Francisco Umbral
Una divertida visión de la adolescencia obra de uno de los grandes autores en lengua castellana de la segunda mitad del siglo XX, Francisco Umbral.
La prosa magistral de Umbral nos devuelve a ese adolescente que mira hacia el niño que ha sido y los trenes que se cruzan en su camino, un adolescente que crece al pasar las páginas y va cambiando su ilusión de ser sublime sin interrupción por el deseo de la mujer amada y el placer de compartir las aventuras con los amigos, en una noche de verano, en una atmósfera donde al negro se le transparentaba el azul. Una novela fresca y sugerente como sólo es la gran literatura.
Ha participado en esta ficha: bclaudia
Al terminar esta novela me entró la duda de no saber si lo que acababa de leer era un bodrio infumable o una monumental obra de arte. Y es que creo que Las ninfas es un poco ambas cosas, que el relato te transporta de un modo mágico entre episodios geniales y diatribas aburridas e inconexas. Quizá debería volverla a leer, aunque no creo que lo haga.
Puede que sea porque no me siento cercana con ningún personaje ni situación de la novela, pero (y aunque reconozco que está muy bien narrada) esta novela me ha resultado aburrida.
Me frenaba el carácter de Umbral pero esta obra es sinceramente de una gran calidad aunque la encuentro bastante autobiográfica, en exceso.
Esperaba bastante más de este libro, que realmente es bueno pero que tiende en exceso a desviarse del núcleo con reflexiones filosóficas, unas veces buenas e interesantes, y otras más machacanos y que sólo sirven para ralentizar la historia. Tampoco es que la historia tenga mucha chicha aunque es cierto que lo interesante del libro es como se cuenta la historia. Sigo esperando el libro de Umbral que me deslumbre.
He encontrado mucha armonía y transparencia en la narración. Un excelente libro.
Las Ninfas, de Francisco Umbral
Uno ha de acercarse a los grandes con humildad, a sabiendas de que no se descubre nada nuevo - salvo la propia lectura -, que otros con mayores luces y agudeza glosaron el libro del maestro con indudable mayor acierto. Algunos consideran a Umbral como el más grande prosista de la lengua española de todo el Siglo XX... Mis parcos conocimientos literarios no me permiten un juicio tan rotundo y universal; pero, por lo leído, sí me atrevería a aventurar que forma parte de la “santísima trinidad” de la literatura española de la segunda mitad del siglo pasado: “Divinidad” compartida con Cela y Delibes... Al otro lado del Atlántico hubo otros... Y sí afirmo que Borges es de parecida talla...
Si a los otros dos les llovieron honores y reconocimientos, a Umbral parece que ya le son otorgados tardíamente, con reticencias y cierta cicatería, como el Premio Cervantes, y otros que le fueron negados para siempre, especialmente el ingreso en la Real Academia. Los politiqueos del momento, tejemanejes varios, enchufes ajenos, y posiblemente también la envidia (¡tan española!), se conjuraron en el destino o la fortuna para negarle lo que en derecho le correspondía. Algún día la “Docta Casa” tendrá que explicar por qué le negó el asiento mientras se lo cedía a otros que no le llegaban ni a la suela de los zapatos...
He descubierto en estos días “Las Ninfas” de Umbral (Premio Nadal 1975)... Tenía el librito sepultado y olvidado entre un montón de volúmenes diversos... Seguramente adquirido hace décadas, como revela la ausencia de código de barras (“la marca de la bestia”)... Superviviente de los 101 traslados de domicilio que han sido la pesadilla de mi existencia, entre cuyos escombros abandoné, junto a amigos, salud y jirones de vida, muchísimos libros que la escasez de espacio o la incomodidad del transporte me obligaban a dejar... Como residuo de esos lances tengo aquí “Las Ninfas”...
Es la historia o, mejor dicho, la autobiografía novelada de la adolescencia de Umbral, vivida en Valladolid (a la que no se menciona, pero se adivina), esa ciudad provinciana de la posguerra, de los años 40... Entre la escasez, los braseros de carbón, la casa materna poblada por varios parientes -hogar de pequeños burgueses pobres y con enfermos-, el despertar de la sexualidad, su amistad con poetas locales malditos y sus sueños de llegar a ser un gran escritor, va descubriendo el amor y las realidades menos amables de la vida... Los mitos juveniles van cayendo uno a uno a la par que la visión del escritor va ahondando en la textura de la existencia, y sus horizontes vitales se expanden... Finalmente el escritor abandona la vida de la ciudad provinciana y se va a Madrid. Por entonces marchar de provincias a Madrid era como ahora ir a Harvard a cursar un postgrado: Una aventura cosmopolita e intelectual definitiva...
Pero eso es decir bien poco, es tan sólo el esquema del esqueleto de la obra. Es obligado resaltar el dominio del idioma de que hace gala Umbral, que nos recuerda que leer un libro en el idioma en que fue escrito poco tiene que ver con leer una traducción. Hoy parece que hemos olvidado este aspecto fundamental de la literatura... Y que no se hagan ilusiones los que chapurrean otras lenguas, en ese dialecto de los aeropuertos internacionales, restaurantes, museos y hoteles... La lectura de una obra literaria requiere un conocimiento mucho más profundo del idioma en que fue escrita... De modo que son pocos los que no están confinados literariamente entre los límites de su lengua materna... Los hispanohablantes tenemos la fortuna de que nuestra lengua es tan rica y tiene tantos buenos escritores, que tenemos lectura de la buena asegurada para toda nuestra vida, sin tener que recurrir a “lectores de culto”, “iconos” (otra palabreja tópica que se ve hoy mucho en las solapas de los “bestsellers”. Ignoro qué significa, salvo si se separa “i “ de “conos”... y se sustituye la “n” de esta última por nuestra españolísima Ñ... Entonces sí sabemos lo que significa...).
Finalmente, y esto se me está haciendo demasiado largo, reseñar otro aspecto de la literatura “umbraliana”: La penetración de la mirada de Umbral sobre el mundo que le rodea y en sí mismo... Su intuición se va abriendo paso sin concesiones a mitos ni tópicos, en una fidelidad a la verdad, a la verdad que él ve y siente, que transciende la propia de un literato y alcanza alturas socráticas..
Es una novela muy lírica.Algunos pasajes me han estremecido.No había leído nunca nada de Umbral así que probaré con alguna otra novela suya.Un libro sobre la adolescencia y la sexualidad.
Sublime sin interrupción... Calidad literaria "de la de verdad". Mi libro entre los libros, sin duda.
Umbral es Dios!!!!
Interesante y sugestiva historia de la adolescencia y primera juventud, tratada con muy buena prosa por parte de Francisco Umbral. Esas "ninfas" que son las mujeres que se nos cruzan en nuestras jovenes vidas, nos marcan para siempre, nos hacen meditar sobre el amor y el sexo. La valoración de la amistad, las relaciones de vecindad, los mitos que nos creamos y como se derrumban con el paso del tiempo. Todo esto que en cierto modo nos marca nuestra forma de ser y de pensar para toda la vida. En fín, me ha parecido un libro bastante logrado.