Paseos es un conjunto de breves relatos llenos de delicadeza y lucidez, aunque también de melancolía. Poseen la dulzura penetrante de Ragindranath Tagore. La autora parece escribir sobre una estela funeraría de la antigüedad griega y traza el relieve delicadamente biográfico de una figura familiar sustancial en su existencia, la del padre. No es un recuerdo filial de buenas maneras burguesas, es simplemente el sentimiento por la pérdida de un camarada insustituible en sus diálogos. La muerte, como en el caso de los griegos, es la gran fuerza aproximadora, la que borra el tiempo y las distancias, pues ante ella, toda rebeldía humana carece de dimensiones. Entre los lugares que recorre Luchy Núñez, acompañada por la sombra de su padre, hay una dulce poesía. El ambiente es luminoso, nunca gris. Tampoco tétrico, ni espectral. La muerte es algo enormemente sencillo, próximo, demasiado fácil, pero el cansancio del mundo adquiere todo el carácter del abatimiento en páginas llenas de belleza y de fatiga.