Un despejado amanecer de invierno, el cadáver de Crispin Salvador, polémico patriarca de la literatura filipina, es extraído de las aguas del río Hudson, en Nueva York. Se dice que se ha suicidado. Con él ha desaparecido el manuscrito del libro que estaba escribiendo desde hacía años, una magna obra que iba a poner fin a años de silencio, mediocridad y ostracismo, y que saldaría cuentas con la historia de su país, desvelando las mentiras y abusos de las familias poderosas que llevaban décadas expoliándolo. Miguel Syjuco, discípulo y único amigo del fallecido, regresa a Manila con la intención de encontrar el misterioso manuscrito y «recomponer las múltiples vidas» del poliédrico Crispin en una biografía. El borrador de esa biografía será una de las teselas del abigarrado mosaico que el autor y a la vez narrador va componiendo con fragmentos de la obra de Crispin, memorias y ficción, entrevistas, blogs, así como con el relato de su relación con el difunto y de su propia vida, hasta dibujar con nitidez un fresco de varias generaciones de filipinos, desde la independencia de España hasta la caótica actualidad: la diáspora de millones de emigrantes y exiliados, la corrupción en la vida política y cultural, todo ello aderezado con agudas reflexiones o chistes populares, e historias mínimas o heroicas de una galería de personajes memorables.
Una deslumbrante primera novela que sorprende, conmueve y divierte. Una ventana que nos permite asomarnos con humor y lapidaria lucidez a la realidad de un archipiélago relegado «al aislamiento y el exotismo», situándolo en el centro mismo de la mejor literatura contemporánea.
