Resumen y sinopsis de Elogio de la madrastra de Mario Vargas Llosa
Con la sabiduría del meticuloso observador que es y gracias a la seductora ceremonia del bien contar, Vargas Llosa nos induce sin paliativos a dejarnos prender en la red sutil de perversidad que, poco a poco, va enredando y ensombreciendo las extraordinarias armonía y felicidad que unen en la plena satisfacción de sus deseos a la sensual doña Lucrecia, la madrastra, a don Rigoberto, el padre, solitario practicante de rituales higiénicos y fantaseador amante de su amada esposa, y al inquietante Fonchito, el hijo, cuya angelical presencia y anhelante mirada parecen corromperlo todo. La reflexión múltiple sobre la felicidad, sus oscuras motivaciones y los paradójicos entresijos del poder putrefactor de la inocencia, que subyace en cada una de sus páginas, sostiene una narración que cumple con las exigencias del género sin por ello deslucir la rica filigrana poética de la escritura.
Novela muy interesante. Tenemos aquel Vargas Llosa que le gusta explorar las relaciones y dependencias sexuales. Wsta vez sin un lenguaje soez.
Estoy anonadada. Y es que Elogio de la madrastra no solo resulta pesado, es lo más incoherente que he leído en mucho tiempo. Por eso me cuesta mucho pensar que sea una novela tan famosa y elogiada. Otro ejemplo más de que como una historia se sobrevalora solo por quién ha sido escrita y no por cómo es en sí misma.
Es imposible no conocer a Mario Vargas Llosa. Es un peso pesado dentro de la literatura hispanoamericana. Pero jamás me había aventurado a leer uno de sus libros. Y empiezo a entender porqué. Indudablemente Vargas Llosa es un gran escritor. Maneja con gran maestría la pluma, con un estilo muy elegante pero excesivamente enrevesado. Para ello cuenta con una prosa lenta, ampulosa y demasiado desarrollada, un lenguaje rebuscado aunque con cierto lirismo que le aporta mucha belleza y musicalidad, y unas descripciones que no llaman gran cosa la atención, cuando no aburren directamente. Pero sin duda alguna, lo más curioso del libro son los personajes. Básicamente hay tres importantes, Doña Lucrecia, la madrastra, Don Rigoberto, el marido y Fonchito, el ¿niño? Al ser un relato tan corto, los personajes no están demasiado construidos y solo conocemos algún rasgo determinante de su personalidad. Y eso hace que el relato quede algo cojo en mi opinión.
La historia que se narra en Elogio de la madrastra es simplemente absurda. Pero si necesitáis pruebas, aquí va un breve resumen de la trama. Lucrecia es la esposa de Rigoberto, hombre con una cuasi obsesión por la limpieza, y padre de Fonchito, un niño de edad indeterminada que parece la bondad personificada. Fonchito quiere mucho a su madrastra. Pero este cariño acaba transformándose en algo más extraño con Lucrecia. Esta, por su parte, es supuestamente feliz con Rigoberto, un hombre de gran apetito sexual que se inventa cada noche una historia de contenido erótico, basadas en distintos cuadros, mientras está en la cama con su esposa. Pero esta situación no se puede prolongar durante demasiado tiempo y al final, la tragedia alcanza a esta familia. Y hasta aquí puedo hablar. Sin embargo, nada más comenzar la trama te das cuenta de que rechina. Es decir la relación que se establece entre la madrastra y Fonchito es tan increíble que por mucha acrobacia literaria que hagas no encaja. Así que el autor no consigue transmitirte las emociones que uno espera cuando lee novela erótica. Y eso sin contar con que el desenlace es muy abrupto e insatisfactorio. Pero a esas alturas solo puedes estar agradecido por terminar…
En suma, Elogio de la madrastra es una lectura tediosa que no aporta absolutamente nada, puesto que ni entretiene, ni ilustra o emociona. Una lectura totalmente prescindible que enviar al cajón de aquello que que me ha hecho perder el tiempo. Mi consejo es que huyáis de esta novela tanto como del elogio fácil.
Un novela erótica de gran calidad. La narrativa de Vargas Llosa describe un terreno de fantasías y placeres sensuales inmejorable. Fascinante y bien logrado el personaje de Don Rigoberto, hedonista empedernido dedicado a la veneración sensual de su musa, Lucrecia. Bastante recomendable.
Lo que en un principio me estaba pareciendo una pequeña joya erótica digna de su autor, pronto me defraudó: no me interesaban las minuciosas descripciones de las abluciones y satisfacciones fisiológicas de don Rigoberto. En fin, aunque el planteamiento es original y, como siempre, la prosa de Vargas Llosa, espléndida, me atrevo a considerar este librito como un divertimento menor del autor.
Una pequeña joya cargada de erotismo y de sensualidad.
Me encantó.
Me pareció una lectura amena, risueña y por muchos momentos divertida.
Un juego lúdico de episodios breves e intercalados que nos sumerge en el ansia, el deseo, y el placer perverso.
Original novela, que supone un acercamiento a la obra de Egon Schiele, a la vez que narra la seducción de un niño a su madrastra.
La estructura de esta novela me hace recordar a otra de Varguitas "El hablador". La tormentosa relación del protagonista con su madrastra junto a las pinturas que alumbran esta novela hacen de ella recomendarla.
Me encanto el libro, una manera diferente de contar una historia erótica en nuestros tiempos, una narración poética de las sensaciones pasionales de las debilidades de la carne...
No me gustan las novelas eróticas de Vargas Llosa.
Es una lectura fácil para ir conociendo el estilo erótico que usa muy bien Vargas Llosa, pero pienso que dista mucho de sus mejores obras.