Resumen y sinopsis de Johnny y los muertos de Terry Pratchett
Son muy pocos los que pueden ver a los muertos, pero el pequeño Johnny Maxwell es uno de ellos. Y tiene malas noticias que darles: el ayuntamiento quiere vender el cementerio para construir en el solar. Aunque los muertos no se van a quedar tumbados esperando, y menos ahora que han descubierto que la vida es mucho más divertida que cuando estaban vivos.
Jhonny y los muertos es otra apuesta más dentro del sobresaturado mercado de la novela juvenil. Ni siquiera que esté escrito por el célebre Terry Pratchett, mejora un libro que no resulta innovador ni en el título y, cuya lectura es prescindible aunque resulte placentera.
Queda poco que decir sobre el gran Terry Pratchett. Era un gran escritor y, aunque estemos ante una novelilla corta y un poco banal, su estilo de escritura resulta fluido consiguiendo una lectura muy rápida y ágil. No destaca por nada más ya que el lenguaje es bastante simple y las descripciones, correctas aunque muy parcas y poco impresionantes.
Quizás por tratarse de un libro de solo 190 páginas, sus personajes resultan poco trabajados. Y ni siquiera el protagonista, Johnny Maxwell, logró gustarme. Este chico de ¿12? años me resulta extraño y poco creíble, en contraste con el resto de personajes, amigos del chaval incluidos.
Johnny y los muertos tiene una trama un tanto simplona y nada original. La historia comienza con Johnny que un día al volver del colegio con un amigo se da cuenta de que es capaz de ver a los muertos del cementerio. ¿Cómo? ¿Por qué? Vayan ustedes a saber. Lo único que conocemos es que no solo puede verlos, si no también interactuar con ellos. Si a esta trama tan convencional, le sumamos una reforma urbanística para destruir el cementerio, ya tenemos el típico argumento de comedia familiar para las sobremesas.
Pero la novela no se queda ahí. Y es que, a lo largo de sus escuetas páginas, Pratchett nos enseña el valor de la familia, la amistad y la necesidad de la presencia de los muertos, para recordarnos a los vivos que vivamos, mientras tengamos tiempo. Así que el final es lo mejor de todo el libro. Es un desenlace precioso, ilustrativo y enternecedor.
En suma, Johnny y los muertos, no es una gran obra y, ni mucho menos, la mejor de este prolífico autor. Pero es una novelilla que entretiene y distrae de los problemas. Eso si, tampoco se le puede pedir mucho.
Todos aquellos que vengan solo por la fama del autor, acabarán decepcionados. En especial, si son seguidores de la saga de Mundodisco.