Resumen y sinopsis de La torre de cristal de Robert Silverberg
«Allá donde Silverberg va hoy, le seguirá el resto de la ciencia ficción el día de mañana» —Isaac AsimovCorre el siglo XXIII. La sociedad, tecnológicamente muy avanzada, ha explorado el espacio exterior, pero no se ha encontrado vida inteligente. Ahora, desde una estrella en Acuario, llega una señal persistente. Hay una voz en el vacío del espacio... y la obsesión de Simeon Krug es responder a ella.
Krug es un agresivo empresario muy astuto amasando dinero, y ha usado todo lo que posee para construir una torre que se alza en el Ártico canadiense. Cuando esté terminada, apuntará a Acuario y él podrá establecer contacto. En la torre trabaja una raza de androides que Krug, inventor incansable, ha fabricado. Y estos lo idolatran. Es como un dios para sus androides... ¡y un Dios nunca debe fallarles a sus criaturas!
Excelente obra. Prosa amena y llevadera, personajes perfectamente desarrollados, la tecnología del futuro muy bien explicada e integrada en la historia, y una trama que va in crescendo hasta el gran final. El único pero de la novela es que, a veces, algunas escenas se extienden demasiado. Altamente recomendable.
La novela, que pertenece al período más prolífico y de mayor calidad del autor (los primeros setenta), apasiona tanto por su trama como por lo que es una constante en Silverberg: el aprovechamiento de escenarios extraños para extrapolar y denunciar los defectos de las sociedades actuales. Muy buena obra.
Este estupendo relato de Silverberg, pese a no estar entre sus obras más conocidas, bien merece su lectura. Pese a su marco futurista, es una historia intemporal, que bien podría desarrollarse, indistintamente, en Babilonia, el Medioevo o la Revolución Industrial. Es también una interesante reflexión sobre el miedo al fracaso, el ansia de libertad, los conflictos humanos e inhumanos, la marginalidad, la soberbia... Magnífico Silverberg, en plena forma.