El pequeño caballo blanco

Resumen y sinopsis de El pequeño caballo blanco de Elizabeth Goudge

Nuestra heroína, María Merryweather, de trece años, debe abandonar la casa paterna con todo el dolor de su corazón. Huérfana de madre a muy temprana edad, acababa de morir su padre, militar, y tras saldar todas sus deudas ha perdido la lujosa mansión donde nació y donde la ha criado e instruido la señorita Heliotropo, muy alta, muy delgada, con unos ojos bellísimos de color añil y una nariz ganchuda como el pico de un águila.

La elegante y aristocrática niña, junto a su institutriz y Wiggins, un King Charles spaniel con pedigrí verdaderamente precioso, de pelaje crema oscuro, liso y brillante y con una cola como pluma de avestruz, suben al carruaje que les ha enviado su anciano tío segundo Sir Benjamin, quien les acogerá en el sudoeste de Inglaterra, en la mansión de Moonacre, próxima a la aldea de Silverydew.

Poco falta para llegar a Moonacre. El paraje es húmedo y frío y han de atravesar un largo túnel tras el cual, ¡oh maravilla! un mundo asombroso y mágico aparece ante sus ojos. Todo parece de plata incluso los árboles, algo extraños, en los que unos seres pueblan sus ramas. Todo parece inmóvil excepto un caballo blanco que cree ver María, de larga cola y preciosa crin de pelo largo y suelto, la cabeza erguida y el porte sereno. Al fondo, la mansión de tío Benjamin aparece impresionante, inmensa. Nuestra protagonista, no se sabe por qué extraña circunstancia, siente que aquel es su hogar.

En la puerta principal se encuentra un anciano y extraño caballero, muy alto y muy ancho, con una peluca blanca en forma de coliflor, un particularísimo atuendo y una lamparilla en la mano. Sir Benjamin Merryweather da cariñosamente la bienvenida a las recién llegadas. A partir de ese momento la vida de María dará un giro total, muchas aventuras le esperan en el valle de Moonacre, del que huyó la Princesa de la Luna con su caballo blanco... Los habitantes de aquel hermoso valle no son felices porque viven sometidos a los malvados hombres del Bosque Tenebroso...