Resumen y sinopsis de El museo de los horrores de H. P. Lovecraft y Zealia Bishop
Es medianoche. Antes del alba darán conmigo y me encerrarán en una celda negra, donde languideceré interminablemente, mientras insaciables deseos roen mis entrañas y consumen mi corazón, hasta ser al fin uno con los muertos que amo.
Mi asiento es la fétida fosa de una vetusta tumba; mi pupitre, el envés de una lápida caída y desgastada por los siglos implacables; mi única luz es la de las estrellas y la de una angosta media luna, aunque puedo ver tan claramente como si fuera mediodía. A mi alrededor, como sepulcrales centinelas guardando descuidadas tumbas, las inclinadas y decrépitas lápidas yacen medio ocultas por masas de nauseabunda maleza en descomposición.
Es una recopilación de Edaf, de 1993, con 545 páginas y 17 relatos escritos en colaboración con otros autores. Incluye los siguientes relatos:
- Con Winifred Virgina Jackson: La pradera verde; El caos reptante.
- Con Sonia H. Greene: El horror de Martin's Beach.
- Con C. M. Eddy, Jr.: El devorador de fantasmas; Los amados muertos; Sordo, mudo y ciego.
- Con Adolphe de Castro: La última prueba; El verdugo eléctrico.
- Con Zealia Bishop: La maldición de Yig; El túmulo; El lazo de medusa.
- Con Hazel Heald: El Hombre de piedra; Horror en el museo; Muerte alada; El horror en el cementerio.
- Con William Lumley: El diario de Alonzo Typer.
- Con R. H. Barlow: “Hasta en los Mares".
No es mi literatura preferida, pero me apetece de vez en cuando, por ir cambiando de tema y de sensaciones. Los cuentos incluidos son muy distintos, algunos muy breves se pueden leer en media hora. Horror en el museo es una historia que no está mal, aunque no he llegado a sentir el terror de Jones. También podría destacar Los amados muertos, El verdugo eléctrico o El lazo de medusa.
Notable obra que gustará a los seguidores de lo tétrico y lo macabro. La narración nos traslada a un museo de cera muy especial, ocupado por una de las repugnantes criaturas venidas del espacio ya típicas en Lovecraft. Con un ritmo apasionante, en el cual siempre suceden cosas, el argumento nos conduce hacia un final que no decepciona. Es el típico museo de cera misterioso pero aplicado al ámbito típico del escritor.