Resumen y sinopsis de Memorias literarias de Dimitri V. Grigoróvich
Grigoróvich tuvo la fortuna de codearse con las principales figuras literarias de su época, tanto como escritor como con su puesto de secretario durante dos décadas en la Sociedad para la Promoción de las Artes de San Petersburgo. Como resultado de su pertenencia a los círculos íntimos de varios autores como Turguéniev, Dostoievski o Chéjov, a quien descubrió y animó a escribir, le fue posible coleccionar una serie de bocetos y de retratos de los principales escritores y artistas en la forma de sus recuerdos, ahora reunidos por vez primera en nuestro país. Dichas Memorias Literarias nos ofrecen la oportunidad de comprender mejor a los grandes genios de la literatura rusa del siglo diecinueve, cómo vivían y trabajaban.
Nevsky Prospects ha confiado en nosotros para que les reseñemos algunos de sus libros. Hace poco nos envió un segundo ejemplar, también en rústica como el primero, y aunque sencillo, con una encuadernación y formato envidiables.
Nuevamente se trata de un libro inédito hasta la fecha en castellano, a pesar de ser de un autor fallecido en 1899. Todo un lujo para nosotros el poderlo leer en primicia recién editado por primera vez en nuestra lengua.
Dmitri Vasilievich (1822 – 1899), claro exponente de la escuela naturalista rusa, procedía de una familia noble.
El libro, escrito en primera persona, relata sus vivencias desde la infancia, y como el título indica, son sus memorias literarias, sus influencias, tropiezos con la censura, sus malos tragos en la escuela militar recordados con angustia, su primer encuentro con Dostoievski cuando éste contaba apenas con 17 años, sus primeras lecturas e influencias, sus primeros pasos en el teatro…
Puede decirse que Dostoievski publicó su primer libro “Pobres gentes” gracias al entusiasmo de Grigoróvich, cuestión ésta que también se menciona en las memorias de Dostoievski.
Quizás lo que más distinga a Grigoróvich sea el cambio en el estilo literario usado hasta el momento, al hablar en su obra “La aldea” y otras posteriores, desde el punto de vista del pueblo llano.
En definitiva, las memorias están redactadas en un lenguaje fluido y amable que invita a seguir su lectura hasta el final.
Destacaríamos las últimas líneas del libro:
“…quiero expresar mi sentimiento de profunda gratitud a la Divina Providencia por haberme encaminado desde mi juventud a las tareas literarias. El amor a la literatura ha sido mi ángel de la guarda, me enseñó a trabajar y a menudo ha actuado como el mejor remedio para prevenirme de peligrosas tentaciones; solo a ella, en definitiva, le debo una parte de esa verdadera felicidad que he experimentado en la vida.”
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