Resumen y sinopsis de Leer o no leer: Sobre identidad en la sociedad de la información de José Manuel Mora Fandos
¿Cómo afecta al lectura a la identidad?, ¿qué relación tuene con una vida feliz? En esta preguntas desde una experiencia personal con los libros, el aprendizaje y la enseñanza de la lectura, el influjo de otros lectores, las obras clásicas, la publicidad, la pintura, las películas… Una respuesta desde el interior de una cultura tejida por innumerables mensajes y canales de información que influyen en el individuo y en la sociedad, donde la lectura reclama –con una radicalidad inédita hasta ahora en la historia-, un personal ejercicio identitario, libre y responsable.
Ha participado en esta ficha: Maneliot
Es un ensayo que aborda el tema de la lectura desde muchas perspectivas, por lo que te da una visión muy amplia. Está dividido en cuatro secciones, y las críticas literarias, que componen la última, son un recorrido por grandes libros, como Antígona, El Principito, Las Cartas a Lucilio de Séneca o los poemas de T. S. Eliot.
Conjuga muy bien el tema de la lectura con razones antropológicas, psicológicas y filosóficas, y sobre todo, no se hace pesado. La sección “De libros y maletas” es donde más se aprecian estas conexiones, porque consigue relacionar la literatura y la lectura con el paso del tiempo y el viaje. La gran cantidad de anécdotas, recuerdos, imágenes, referencias a libros, películas, cuadros, le da al ensayo un estilo ameno. Recomiendo leerlo dosificando las lecturas: el libro está dividido en muchos capítulos pequeños, así que se facilita la lectura meditativa.
Mi primera sorpresa es que, aunque el título parece referir a un tema de investigación académica, el libro es una narración, a través de 46 breves capítulos, de las experiencias personales del autor con la lectura.
Me ha parecido muy original por los modos de enfocar los temas que trata, como el aprendizaje de la lectura, como un viaje a la memoria, donde se encuentra un mundo de imaginación e inocencia; el joven que “da a luz” una biblioteca, al pasar de la lectura de tebeos a la de libros; el encuentro del joven con los clásicos, como ancianos que se detienen a conversar hasta con adolescentes; el homenaje a la mujer como la transmisora fundamental de la cultura y la protagonista en la enseñanza de la lectura.
Es especialmente ingeniosa la sección de capítulos “De libros y maletas”, donde se muestra que uno viene a ser metáfora del otro, y viceversa, sobre el tema común del viaje.
Otra sección que me ha llamado la atención es “Ritos”, porque el autor muestra cómo la lectura influye en su modo de ser y vivir, y esto no es fácil encontrártelo en otros libros. Para quienes nos gusta escribir sobre lo que leemos, creo que da muchas ideas la sección dedicada a comentar sus imaginativas lecturas de cuadros (Lavabo y espejo de Antonio López, Retrato de su madre, de Whistler), cucharillas romanas, etiquetas, y libros como Antígona de Sófocles, Cartas a Lucilio, de Séneca, Las confesiones, de San Agustín, Como gustéis, de Shakespeare, El Principito, de Saint-Exupéry, Cartas de lejos, de Josep Pla, o Cuatro Cuartetos, de T. S. Eliot.
El estilo de escritura es literario y culto, pero ágil al mismo tiempo. Y breve, que en el ámbito del ensayo se agradece.