Resumen y sinopsis de Gente que baila sola de Marcelo Lillo
Los cuentos vienen de muy lejos, llegan de improviso atravesando montañas, vadeando ríos y arrastrándose por húmedos caminos», dice haber leído uno de los personajes que habitan estas páginas. De la misma manera asombrosa se aproximan al lector todas las historias de este brillante conjunto de relatos, en los que sale a la luz la sorpresa inverosímil que contiene la vida cotidiana de un puñado de figuras situadas en un mundo extremo e implacable. Afloran la generosidad y la miseria, la fragilidad y la grandeza, la soledad abismal en el centro mismo de las relaciones humanas y la tenue esperanza de revertirla. Como en El fumador y otros relatos, nos encontramos aquí frente a uno de los autores más dotados de los últimos tiempos
En "Gente que baila sola" Lillo se abre un camino más bien propio dentro del relato breve, abandonando hasta cierto punto la narrativa de Carver. En el intento sale bien parado, aunque sus cuentos están lejos de la pulcritud del "Fumador y otros relatos", existen en ellos, como contrapartida, un indicio de que en la próxima entrega del autor hay algo verdaderamente grande y genuino.
Destacan: "Apaga la luz"; "Gente que baila sola"; "Los pobres no pueden esperar"; y, el mejor de todos, "¿Hasta cuándo crees que voy a amarte"