Estrella Roja, de Alexander Bogdánov
La gente de Nevsky Prospects está recuperando una serie de títulos realmente sorprendentes. Ya habíamos hablado de la aparición de Estrella Roja, obra de Alexander Bogdanov, ya que nos había llamado la atención.
Bogdanov fue una figura del todo peculiar, incluso para esos años de revoluciones y descubrimientos a finales del siglo XIX y principios del XX. Mano derecha de Lenin, economista, científico, escritor... Bogdanov fue el responsable d…
Antes de entrar en detalles sobre la novela, y aunque no es lo habitual en este tipo de reseñas, queremos comentar que, a pesar de estar publicado en rústica, el libro tiene una calidad y manejabilidad excelentes. Una vez terminada la lectura, queda prácticamente en las mismas condiciones para ser leído de nuevo. Un ejemplar que apetece conservar.
En cuanto a la novela, lo primero que nos ha sorprendido es que data del año 1908, aunque se acaba de editar en español hace apenas unos meses gracias a la iniciativa de esta editorial especializada en literatura rusa, por lo que en España resulta una total primicia, sin duda alguna.
Es una historia de ciencia ficción un tanto peculiar, donde lo más importante para el autor, más que el propio argumento de su novela, parece ser el deseo de dejar constancia de lo que para él era su estado socialista perfecto. Un lugar donde ni tan siquiera existe dinero o moneda de intercambio alguno, donde todos son trabajadores que invierten unas pocas horas de trabajo al día, y donde no le falta de nada a nadie.
“El trabajo es el objetivo primordial del individuo socialista, y todos los subterfugios para obligar a que la gente trabaje nos son desconocidas.”
Un viaje a una civilización utópica que el autor nos sitúa en Marte. Aunque escrita 43 años después de la novela de Julio Verne, “De la tierra a la luna”, al lector actual le puede parecer igual de lejana a la hora de leerla, pero sin duda nos traslada, más que a un futuro utópico, a un pasado de la Rusia comunista.
La novela nos habla también del rejuvenecimiento del cuerpo por medio de transfusiones de sangre de una persona joven a una persona vieja. Curiosamente el autor, cuya profesión era la de médico y pionero en la investigación de transfusiones sanguíneas, tal vez buscando este rejuvenecimiento, falleció, resultado de una transfusión experimental sobre sí mismo, veinte años después de haber escrito la novela.
En resumen: Se trata de un clásico desconocido hasta el momento, de un autor que únicamente escribió dos novelas de ciencia ficción, que cualquier aficionado a este tipo de lecturas debería de tener entre sus libros. Es casi como un objeto de colección, y quién sabe si no acabará convirtiéndose en motivo de culto.
A nosotros nos ha gustado en especial el final porque deja abierta al lector, la posibilidad de interpretar la realidad del viaje. Final que por supuesto no vamos a desvelar.
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