Resumen y sinopsis de El sabor de la madera de José Luis González Vera
La novela puede resultarnos amarga: como un segundo gris tras un minuto de brillo, como una risotada oculta o como un largo silencio de humor. De la dicha a la desdicha; del sabor al sinsabor. En esa encrucijada se mueve el personaje. Algún lector reconoce ese juego o los líos y fracasos sobre los que se va construyendo su existencia: de error en error, sin llegar a alcanzar lo que quiere: ¿el sueño burgués de placer infinito? Ahí entra la aflicción o el disgusto: en la construcción del personaje, que siendo reconocido nos sorprende y lo hace al conseguir alcanzar con sus estupideces una dialéctica de búsqueda. Y para ello, antes que la definición de su sabor, está la máscara, y con ella es con la que persigue definir su sabor. La idea de máscara nos recuerda a aquel verso de Dylan Thomas con el que nos anunciara Julio Cortázar la lectura de El Perseguidor: “Oh make me a mask”. La máscara en un primer momento, nos hace entender una intención humorística para olvidarnos de la soledad: la soledad de una voz que transita como desconocida voz y termina sonándonos muy cerca. Tras la máscara, tras el amargo sabor de la madera hay una persecución, una búsqueda cuyo objetivo será -quizás- alcanzar su auténtico sabor. Juan Carlos Toribio Fernández.Poeta.
Maravillosa novela mezcla de ironía, sarcasmo y crudeza. Muy recomendable para solitarios urbanos y para grandes masas rurales.