Resumen y sinopsis de Buenos días, tristeza de Françoise Sagan
En una hermosa mansión a orillas del Mediterráneo, Cécile, una joven de diecisiete años, y su padre, viudo y cuarentón, pero alegre, frívolo y seductor como nadie, amante de las relaciones amorosas breves y sin consecuencias, viven felices, despreocupados, entregados a la vida fácil y placentera. No necesitan a nadie más, se bastan a si mismos en una ociosa y disipada independencia basada en la complicidad y el respeto mutuo. Un día, la visita de Anne, una mujer inteligente, culta y serena, viene a perturbar aquel delicioso desorden. A la sombra del pinar que rodea la casa y filtra el sol abrasador del verano, un juego cruel se prepara. ¿Cómo alejar la amenaza que se cierne sobre la extraña pero armónica relación de Cécile con su padre?
A partir del momento en que Anne, que había sido amiga de su madre, intenta adueñarse de la situación, Cécile librará con ella, con el perverso maquiavelismo de una adolescente, una lucha implacable que, a pesar suyo, erosionará su vida y la conducirá lentamente al encuentro de la tristeza.
"Deshecha por el rencor, herida, sucumbía a un sentimiento que me parecía despreciable y ridículo... Sí, esto era ciertamente lo que yo reprochaba a Ana: ella me impedía amarme a mí misma. Me dominaría con su inteligencia, con su ironía, con la dulzura, que yo era incapaz de resistir. Era absolutamente necesario sacudirse, encontrarnos otra vez mi padre y yo y recuperar nuestra vida de antes."
Novela primeriza de Françoise Sagan, escrita a los dieciocho años, con un sorprendente toque dramático y melancólico, vistos a través de los recuerdos de la protagonista Cecilia, adolescente de diecisiete años que mantiene una estrecha relación con su padre Raimundo, hombre mujeriego y de buen vivir, en medio de placeres como cócteles, casinos, mujeres, paseos, entre otros caprichos. La vida despreocupada de ambos se trastoca con la llegada de Ana Larsen, una vieja amiga de Raimundo, mujer de valores comedidos, rectos, que en principio chocan con el libertinaje de Cecilia, quien urdirá así un plan para alejarla de su entorno, incluso de su padre, quien está dispuesto a comprometerse con Ana, esta la imagen de la compostura, el equilibrio, la llamada a "sentar la cabeza" de esos, en apariencia, hedonistas sin remedio. Aunque Cecilia intenta en varios tramos conciliar con la forma de ser de Ana, el plan seguirá su camino, con resultados un tanto inesperados.
Novela que explora sentimientos que se contradicen en medio del temor a cambios bruscos de vida, a la imposición de nuevas reglas, donde la intrusión de personas ajenas y no tan compatibles con cierto estilo de convivencia, pueden provocar tensiones y consecuencias irremediables en el tiempo.
Una novela corta muy interesante que refleja la vida de la alta sociedad francesa vinculada a la Costa Azul y su happy life de los años cincuenta. Un fiel reflejo de los jóvenes y adultos que pocas cosas tienen que hacer en su vida o con su vida.
Narra la historia de un padre que es un calavera y que tiene una hija que es una Viva la Virgen. Durante unas vacaciones veraniegas, alguien puede destruir ese modo de vida que tienen los dos. La hija no dudará en hacer todo lo posible para que esto no suceda. Es un libro de lectura fácil y rápida.
Buenos días, Tristeza es una lectura agotadora para alguien tan poco emocional como yo. Y sin embargo es lo bastante insulsa como para que a pesar del esfuerzo, no obtengas más recompensa que una historia tan vacía y superficial como los personajes que aparecen en ella.
El autor, Françoise Sagan, escribe siempre desde el punto de vista emocional. Todas las descripciones son parrafadas de emociones y sentimientos, muchas veces contradictorios entre si y otras veces sin sentido. Pero el colmo es que ni siquiera es una lectura "bonita". El lenguaje es sencillo y muy poco lírico, incluso cuando describe, de forma muy confusa, el estado emocional de la protagonista.
Es una novela de personajes, y precisamente por eso me ha gustado más bien poco. El trío protagonista me resultó especialmente insoportable. Cécile es una adolescente mimada y caprichosa, pero a la vez cruel e insoportable. Refleja como un espejo el estilo de vida y las ideas de su indolente padre. Y como él, es igual de hipócrita y egoísta. Su padre es un mujeriego insoportable, inmaduro e inconstante que ha tenido la suerte de ser rico y poder dedicarse, casi de forma exclusiva, a fastidiar al resto de la humanidad, sobre todo a la parte femenina. A estos dos personajes, no les importa utilizar a los demás es su propio beneficio y no son capaces de ver el perjuicio que supone a los demás tener algún tipo de relación con ellos. A Cécile se lo perdonas por que es una cría, pero al padre... A este variopinto dúo se une Anne, una mujer totalmente opuesta a padre e hija y que parece un robot de lo indiferente, fría y despreciativa que puede llegar a ser. En conclusión ninguno de los personajes me ha llegado a gustar, más bien me parece cada uno deleznable a su manera.
La historia es simplemente una maraña de los confusos, contradictorios y muchas veces, cambiantes sentimientos de Cécile. Se basa en todo lo que siente cuando Anne decide irse con ellos, y los cambios que van apareciendo en su carácter y en el de su padre. Como modo de resistencia al cambio, Cécile planea y ejecuta un plan con trágicas consecuencias, que le llega a descubrir emociones que hasta ahora no había experimentado como la que da título al libro, la Tristeza. Eso si, solo la siente de forma superficial y poco profunda...
En resumen, Buenos días, Tristeza es un libro de corta duración sobre la marea de sentimientos de una adolescente frente a los cambios, al amor, el verano, la vida, etc. Sin embargo resulta una lectura estéril, ya que no sacas ninguna conclusión o reflexión importante.
Libro sencillo, pero muy puro y fresco a la vez.
Trata de los celos enfermizos de una hija por perder la relación idealizada y absorbente con su padre.
"Buenos días, tristeza" tiene eso: el don de lo sencillo y exquisito.
Pequeño, pero que te atrapa.
Historia narrada desde el punto de vista de una adolescente cuyo padre es un viudo vividor que consiente todos sus caprichos. Marcha con él y con la compañera eventual de éste a una playa de vacaciones, su tranquilidad se ve interrumpida por la llegada de una vieja familia de la familia. Esta amiga es de modales refinados y alto sentido del orden que ejemplifica con su conducta moral. Esta actitud contrasta con la del padre y la hija, no obstante, el caballero cuarentón y falto de un verdadero amor se acaba enamorando de la mujer. La niña no está conforme con la nueva situación y hace lo posible por fastidiar el amor de la reciente pareja. El libro resulta repetitivo. Realmente es una lectura bastante insulsa, más próxima a la novela romántica de señora de cincuenta años que tiene que dar un escarmiento a su hija, que otra cosa. Es pesado y poco trascendental.
Ni fu, ni fa. Un libro que no me ha llamado la atención en absoluto. No me dijo nada su lectura.