Resumen y sinopsis de El médico de Lhasa de Lobsang Rampa
La historia de un hombre poseído por el espíritu de un lama tibetano del monasterio de Patola, que sobrevivió a una serie de penalidades y torturas gracias a sus conocimientos y sus poderes casi sobrenaturales.
El libro es la segunda parte de "El tercer ojo" del entrañable Lobsang Rampa. En el continúan sus aventuras y desventuras aunque esta vez lo debe hacer lejos del querido monasterio y de su maestro y mentor. Es enviado a la vieja ciudad de Chungking para estudiar en la facultad de medicina donde le esperan sorpresas de todo tipo y la incomprensión de las personas respeto a sus costumbres y religión. También nos comenta los enemigos más temibles de los tibetanos (aún hoy) los chinos.
Increíbles vivencias las de este autor británico que vivió con un lama tibetano, adoptando un nombre natural de aquella zona. En su faceta como médico, relata cómo superó las torturas que padeció a manos del ejército japonés cuando éstos invadieron China gracias a las enseñanzas budistas. No menos interesantes son las recomendaciones para realizar viajes astrales, observar el aura de las personas y las ideas sobre ser positivos en nuestras vidas. Exceptuando el principio del libro, más lento, me resultó una lectura cautivadora.
Yo había leído "El tercer ojo" y me había maravillado. Había disfrutado tanto con él, que en cuanto lo acabé me compré dos o tres libros más del mismo autor. El primero que comencé fue "El médico de Lhasa". Me decepcionó, no porque esté mal escrito, que no es el caso. Es entretenido, se lee fácil, pero llega un momento en que ya no puedes más, porque de repente te das cuenta de que es increíble todo lo que trata de narrarte como si fuera su vida y, lo peor de todo, te das cuenta de que también es increíble parte de lo de "El tercer ojo" y que no te ha importado porque era muy entretenido. Ya que el autor pretenda hacernos creer que aprendió él solito a manejar un avión me pareció demasiado. Conclusión, no leí los otros que me había comprado y que siguen criando polvo en los estantes. Aún así me entretuvo, tampoco es que fuera malo, solo que acaba uno un poco harto de que el protagonista todo lo que toca lo borde.