Resumen y sinopsis de Agua del limonero de Mamen Sánchez
El destino llama a la puerta de la periodista Clara Cobián el día que recibe el encargo de trasladarse a Nueva York para realizar la biografía de Greta Bouvier, la dama más misteriosa de la alta sociedad internacional, una maestra en el arte de esconder secretos y de manipular a los que la rodean.Las dos mujeres están unidas por su relacíón con Hinestrosa, uno de los escritores más famosos de España, con el que Clara mantuvo un romance del que no salió muy bien parada.Ha participado en esta ficha: bclaudia
Agua del limonero es una de esas novelas de las que esperas muy poco y crees que serán aburridas, con unos personajes vacíos y estereotipados. Y no es eso, es algo muchísimo peor. Una historia pésima que transcurre a saltos y que pierde el interés desde casi el inicio, cuya lectura cuesta un esfuerzo que no se recompensa y un tiempo que pierdes irremisiblemente entre páginas llenas de tedio.
Ya conocía a Mamen Sánchez, autora de este horror literario, y sinceramente no sé por qué sigo concediéndole oportunidades de que aparezca en mi camino lector. Como escritora me resulta muy mediocre. Posee un estilo de escritura excesivamente simple, poco desarrollado y peor estructurado. Todo esto lo consigue gracias a una prosa lenta, superficial y poco atractiva, un lenguaje llano y funcional y unas descripciones que son para ponerte a llorar. Es decir, cumplen con su cometido, pero de manera tan básica que no te ayudan a situarte del todo en la novela. Y qué decir de los personajes. Son el mejor ejemplo de una construcción nefasta. Son un cliché que tienen y cumplen con un rol muy bien definido pero poco caracterizado, lo que hacen que todos ellos cojeen dentro de la historia. Y eso es especialmente llamativo en las protagonistas: Greta Bouvier, la femme fatal que luego (¡sorpresa!) no es mala y Clara Cobián, una periodista que lleva arrastrando durante años una historia de amor destrozada con un antiguo profesor, Gabriel Hinestrosa. Y ya está. Parece ser que esto es lo único que la define según la autora.
La trama con la que nos torturan en Agua del limonero gira en torno a dos personajes que acaban cruzándose ya desde el inicio. La primera protagonista es Greta Bouvier, viuda de un millonario, siempre ha sido una personalidad famosa de la flor y nata de la sociedad estadounidense. Pero Greta es un personaje con muchas aristas y secretos que guardar. Así que gran parte del libro se nos va en contarnos la vida de Greta, desde que llegó a México en un carguero de mala muerte y se casó con Thomas Bouvier, hasta su vida en Nueva York manejando el cotarro social de la ciudad. Y, claro está, pasando por su vida en una Alemania en plena Segunda Guerra Mundial, que es donde se ubican todos los secretos y dolores de nuestra querida/odiada Greta. Y luego tenemos a Clara Cobián, periodista de profesión, asignada por un antiguo amante, Gabriel Hinestrosa, que fue profesor suyo en la universidad, para realizar la biografía de la gran dama, a la cual siempre ha admirado profundamente.
Clara y Greta se encuentran en Nueva York y juntas empiezan a tirar del hilo de sus vidas para escribir una historia llena de derrotas, traiciones, amores y decepciones, en el que hay mucho de previsible y prácticamente nada original. Al final, acabas harta de tanta metáfora emocional, tanto personaje de dudosa calidad y tanta mujer estúpida. Y es que el desenlace es un final feliz, de esos que se te atascan en la garganta. Sobre todo cuando descubres que la autora ha usado el manido recurso literario de intentar convencer al lector de que todo es “real”.
Definitivamente, Agua del limonero es una lectura pesada que ofrece poco entretenimiento y menos reflexión. Una novela más que acabará en el cajón de las lecturas que además de ser prescindibles han sido mortalmente soporíferas. Una pérdida de tiempo total de la que recomiendo que os alejéis lo más rápido que podáis. Y es que a diferencia de la limonada, cuya acidez puede ser corregida con azúcar, este libro no mejora con nada.
Lo mejor de la novela es que sabe transmitir emociones, está excelentemente escrita, con preciosas descripciones y con personajes bien trabajados. Quizás lo más flojo es la historia que nos cuenta, de todas formas es una novela muy recomendable. Desde luego repetiré lectura con Mamen Sánchez.
Ni la trama ni los personajes han conseguido engancharme. El más flojo que he leído de esta autora.
No me ha gustado. Un batiburrillo de personajes e historias que se mezclan entre si pero que no están lo suficientemente desarrollados. La historia es vulgar y la forma de escribir tampoco es la de una gran autora. Un entretenimiento corriente.
Me ha gustado de principio a fin. En ningún momento se me ha hecho pesada, lenta o difícil de leer. El libro está muy bien escrito y es de lectura recomendada.
La novela engancha, pero deja un sabor agridulce al acabar el libro.
A mí la novela me gustó al principio, pero después se van descubriendo errores en la trama o los cambios sobre los personajes, a veces adorables otras malignos, son solo algunos de los "fallos". Quizás una mejor edición de la obra habría arreglado los problemas.
Sin embargo hay que reconocer que Mamen Sánchez logra párrafos redondos, expresiones que llegan al corazón.
Con un poco más de tiempo habría sido una gran novela.
No me ha gustado.
Son situaciones que no me creía al leer, no me interesaban, no las veía posibles.
Creo que la autora se ha dejado llevar mucho por la imaginación.
Lo primero que me llamó la atención (quizá porque venía de otra novela excesivamente superficial) fue su prosa con abundantes guiños al realismo mágico. Me agradaron sus recursos estilísticos basados en metáforas e imágenes muy atractivas y sugerentes. La historia crea intriga y se hace rápida y ligera; no es perfecta ni absolutamente creíble, pero se digiere bien. Quizá algún personaje se desinfle y resulte difícil de asimilar o comprender; pero, en general no chirría. En resumen, agradable de leer por la manera vivaz y ágil en la que construye su prosa y la trama.
Cuesta cogerle el pulso, pero cuando se consigue entretiene y no defrauda.