Resumen y sinopsis de Homer y Langley de Edgar Lawrence Doctorow
La historia de los hermanos Collyer tiene tintes de leyenda para casi todos los neoyorquinos. A finales de la década de 1940, la policía encontró los cadáveres de los dos hermanos en su mansión de la Quinta Avenida, sepultados bajo montones de cosas que habían ido recopilando durante todas sus vidas. Hijos de buena familia, la ceguera de uno de ellos había propiciado que el otro dedicara el resto de su vida a cuidarle y, poco a poco, los dos habían hecho de su casa su fortaleza, de la que nunca salían. E.L Doctorow retoma una historia que él recordaba de cuando era adolescente. Confiere a los dos protagonistas vida, arrastra al lector hacia la ternura y la sonrisa, incluso a la comprensión. Y mientras, repasa todo aquello que sucede alrededor de los Collyers, todo lo que ellos se resisten a vivir, pero que entra en su casa con una fuerza arrolladora: inmigrantes, prostitutas, músicos de jazz, mujeres de la alta sociedad, agentes gubernamentales, gangsters, hippies… Homer y Langley serán testigos de excepción, aunque reticentes, de los cambios en Estados Unidos.
Desde que cayó en mis manos, casi por casualidad, este libro se ha convertido en una de mis lecturas favoritas. Delicioso por la aparente sencillez de su escritura. Sin florituras ni rodeos, con un lenguaje bello y una soltura narrativa impecable, Doctorow describe el mundo complejo de estos dos hermanos. Retrato profundo de sus psicologías y también de una sociedad cambiante a su alrededor.
El autor consigue enganchar con su estilo franco y dinámico. Transmite el profundo cariño que siente hacia sus personajes y lo siente también el lector. Las páginas se devoran con ansia, esperando encontrar en el siguiente pasaje la continuación lógica y a la vez desquiciada de las vidas de Homer y Langley. Se encuentran a menudo perlas de sabiduría en sus palabras, momentos para reír y también para llorar, como la vida misma. Es emocionante, con ternura y dureza a partes iguales, perfectamente equilibradas.
Para mí, uno de los mejores libros de la década, obra maestra absoluta. La única pega es que termina.