Resumen y sinopsis de El universo holográfico de Michael Talbot
Michael Talbot nos desvela curiosos fenómenos que no tienen explicación para la ciencia moderna, pero que sí pueden interpretarse mediante la física cuántica o modelos teóricos como el paradigma holográfico. El universo es un gigantesco holograma, una proyección tridimensional que nuestra mente se encarga de recrear, y la realidad tangible de nuestras vidas cotidianas es realmente una ilusión, igual que una imagen holográfica. De esta manera, el tiempo y el espacio no son más que productos de nuestra manera de percibir, pero estamos tan «programados» para aceptar estos conceptos como categorías absolutas que nos cuesta incluso imaginarlo. El paradigma holográfico no sólo sirve para explicar fenómenos de la física y la neurología que la ciencia clásica es incapaz de interpretar, sino que pone de manifiesto que la ciencia no está libre de prejuicios ni es tan objetiva como nos quieren hacer creer los científicos, ya que el universo abarca bastante más de lo que nos permite percibir nuestra cosmovisión actual.
Acabo de terminar la lectura de “El Universo Holográfico”, libro divulgativo de Michael Talbot, publicado en 1991, meses antes del fallecimiento de su autor, cuya traducción nos llegó hace dos años editada por “Palmyra”.
Esta lectura me ha dejado dos impresiones algo contrapuestas: la primera extraordinariamente estimulante, cual ha sido comprender un poco las ideas del Dr. Bohm, uno de los físicos más importantes del siglo XX, discípulo de Einstein y… ¡seguidor de Krishnamurti!, uno de los dos inspiradores –el otro es el psicólogo Pribram- de las tesis de este libro.
Al Dr. Bohm se debe la teoría del universo concebido como un holograma o, mejor aún, como un “holomovimiento” o movimiento holográfico, que se despliega desde un orden implícito, estrato superior de la realidad, hacia nuestro mundo conocido, el del orden explícito. Las consecuencias de esta genial teoría, que armoniza la mecánica cuántica con la teoría de la relatividad, son de un alcance incalculable, proporcionando una explicación de numerosos fenómenos hasta ahora considerados poco menos que imposibles, como los que son objeto de la parapsicología. Las ideas del Dr. Bohm van más allá de la ciencia, tal y como es entendida convencionalmente, y entran de lleno en el terreno de la metafísica, encontrando no pocas similitudes con el Vedanta. El Dr. Bohm llegó a considerar el universo de la “realidad objetiva” como una mera ilusión, una proyección desde un orden superior, el cual, a su vez, admitía una serie infinita de órdenes transcendentes.
Naturalmente, las ideas del Dr. Bohm no pasan de ser una bella hipótesis, ya que la física exige, para ser tal, una comprobación experimental, pero, en ese sentido, se encuentra en parecida situación a las teorías formuladas por otros físicos, como la teoría de cuerdas, que pretenden esa ecuación universal, esa definitiva “teoría del todo”.
El texto es ameno, se deja leer bien y mantiene la atención del lector hasta el final, con un exceso, quizás, de casuística, que producirá un cierto desconcierto en lectores, como éste, algo inclinados al escepticismo, que preferimos quizás poquitos casos y bien contrastados.
Pero el bucear un poco en las ideas del Dr. Bohm, merece sobradamente la lectura de este librito, que recomiendo a mis visitantes.