Resumen y sinopsis de Viajeros intrépidos de Jesús Torbado
«En el Nilo vi un cocodrilo cerca de la orilla; parecía una barca pequeña. Un día bajé al río para satisfacer una necesidad y fijaos que llega uno de los negros y se sitúa entre el río y yo. Me sorprendió aquella falta de educación y decencia por su parte y más tarde se lo conté a alguien, que me respondió: »--Su intención no era otra que protegerte del cocodrilo, colocándose entre tú y él» (I. Battuta, 1360?). «Vimos a una mujer que bajaba de la montaña con un gran garrote en la mano. Al llegar al sitio en que estaba nuestro cristiano se colocó detrás de él y, levantando el garrote, le dio un golpe tan fuerte que lo dejó muerto en el suelo [...] Hicimos cuatro disparos de lombarda, pero sin alcanzar a nadie. Cuando oyeron los estampidos, todos escaparon colina arriba, donde las mujeres estaban descuartizando al cristiano y en un enorme fuego que habían prendido estaban asándolo ante nuestros ojos, mostrándonos los trozos antes de comérselos» (A. Vespucio, 1507). «Solicité al rey Kamrasi que nos dejara partir, pues no teníamos tiempo que perder. Con heladas palabras respondió: »--Te enviaré al lago, como te he prometido, pero tienes que dejar a tu mujer conmigo. »Si había que acabar con la expedición, decidí que acabaría también con Kamrasi y, sacando despacio el revólver, lo puse a dos palmos del pecho y, mirándolo con evidente desprecio, le dije que si apretaba el gatillo ni todos sus hombres podrían salvarlo, y que si se atrevía a repetir aquel insulto le dispararía sin dudarlo» (S. M. Baker, 1870).