Resumen y sinopsis de De mi vida real nada sé de Ana María Moix
En este libro, Ana María Moix reúne nueve cuentos escritos a lo largo de los últimos años que resumen y condensan su sabiduría narrativa, su íntomo mundo literario, el resultado de una vocación de más de treinta años consagrada a la literatura sin concesiones. El sexo, el amor, la frustración, la memoria, la angustia y el absurdo de la vida son tratados aquí con un extraordinario sentido del humor.
Pretenciosa como su título, De mi vida real nada sé, es una colección infumable de cuentos que con su pretendida complejidad logra exasperar y aburrir al lector más dispuesto.
Aunque ya la conocía de oídas, confieso que es el primer libro de Ana María Moix que leo. Y, aunque resulta una escritora notable, su estilo enrevesado y artificial no me convence ni resulta atractivo. Su prosa es difícil de leer aunque ciertamente elegante. Y cuenta con un lenguaje, extremadamente pedante y artificioso y unas descripciones, parcas y sorprendentemente sencillas, para el tono general del libro.
De mi vida real nada sé, es un libro de relatos, de apariencias diferentes, pero con elementos comunes y muy marcados. Y es que, la mayoría de las narraciones que componen este libro están basadas en las relaciones humanas desde una perspectiva depresiva y horriblemente oscura.
Una transformación peculiar narrada por un insecto, la relación de una mujer con su madre muerta, la angustiosa vida de un hombre privado de sexo, el desinterés como enfermedad psiquiátrica, las pomposas discusiones de una pareja, o el curioso trato que mantienen durante años un matrimonio, son algunos de los temas que componen estos diversos relatos, extraños y terriblemente tristes. Pero con un punto a su favor, el final de todos ellos siempre es inesperado, aunque dejan una importante sensación de pérdida de tiempo.
En suma, De mi vida real nada sé, es una lectura prescindible que deja con mal sabor de boca. Tampoco resulta un libro fácil de leer pese a su corta extensión. Y su tendencia a la negatividad y la tragedia, lo hace recomendable, solo, en momentos puntuales, cuando tu salud mental esté en perfectas condiciones.