Resumen y sinopsis de El rostro de Tim Lebbon
Cuando una familia recoge a un autoestopista en medio de la peor ventisca de la historia, piensa que le está haciendo un favor. Pero se comporta de un modo amenazante e inquietante, y además les pide algo que no pueden darle: un momento de su tiempo.Brand, que podría ser humano o no, le enseña a la familia que lo malo en ocasiones proporciona placer, y que a la buena gente a veces también le ocurren desgracias. Se infiltra en sus relaciones, los obsesiona, y poco a poco llegan a descubrir algunas dolorosas verdades: el amor te ciega, el miedo te controla y el odio te confunde.
Los momentos más oscuros de la vida son el elemento principal de la obra de Tim Lebbon. Profeta del miedo y la sangre, pocos escritores son capaces de sumergirse en sus profundidades con su sensibilidad y su inquebrantable franqueza.
Ha participado en esta ficha: yiyolon
El rostro es el ejemplo perfecto de como una idea muy original, puede dar lugar a un libro mediocre y pesado, gracias a un desarrollo nefasto. Este intento de thriller de segunda, no consigue engancharte del todo, haciendo que sea sumamente complicado leerlo hasta el final.
Al igual que otros autores del mismo género, Tim Lebbon, podrá haber ganado muchos premios y ser muy célebre entre los entendidos del mundillo, pero eso no hace que sea mejor escritor. Y es que Lebbon resulta tan anodino como su novela. Su estilo de escritura no es malo del todo, ya que cuenta con un lenguaje pragmático y unas descripciones aceptables aunque mejorables, pero son sus personajes los que hacen caer en picado la calidad de la obra. Cada uno en su especie es penoso, superficial e irritante. Y la peor de todos ellos es Nikki, la hija del matrimonio protagonista, que resulta demasiado estúpida, incluso para utilizar la adolescencia como disculpa.
El rostro narra una historia que, en apariencia, pretende ser enrevesada pero que peca de obvia y predecible. En el comienzo nos encontramos con un matrimonio, Dan y Megan, y a la hija de éstos, Nikki, que regresa a casa después de unos días de vacaciones, en medio de la peor ventisca del año. Por el camino recogen a Brand, personaje de dudosa procedencia, pero del que intuyes su extraña naturaleza desde el principio de la historia. Después de un comportamiento inquietante, deciden echar a Brand del coche y seguir adelante. A partir de ese momento, la familia empieza a experimentar diversas situaciones raras que acaban obsesionándolos, haciendo que sus relaciones familiares y con su entorno vayan cambiando para peor.
A pesar de que resulta interesante desde el inicio, la historia pronto se desinfla dada la lentitud con la que progresa todo, ya que la trama está llena de hechos sin interés y reflexiones largas y estériles, así como la obvia tendencia al mal de Brand, personaje misterioso del que nunca se explica su procedencia ni sus motivos. Con todo, el desenlace es lo más soso que he visto en mucho tiempo. Resulta muy previsible e incompleto. Y aunque hay una explicación parcial, queda algún cabo suelto que nunca se resuelve.
En suma, El rostro, es una novela que crea muchas expectativas que no cumple ni de lejos. Es la típica novelilla prescindible, engrandecida por el marketing editorial. No obstante, no se tarda mucho en leerla y resulta entretenida a ratos. Así que si no tenéis nada más, puede que os quite el tedio, aunque solo sea por un momento.
Esperaba bastante más de esta obra, de hecho resulta muy predecible si lees la reseña. no hay sorpresas, ni demasiada emoción durante el relato. sin embargo me gustó mucho la idea de la que parte y la forma en que está escrita.