Resumen y sinopsis de A la intemperie. Cultura y exilio en España de Jordi Gracia García
A Luis Buñuel no se le parte el corazón cuando reconoce en 1947 que su hijo es más americano que Lincoln, pero a Pedro Salinas se le parte sólo con pensar en las condiciones de vida bajo el franquismo de algunos de sus amigos, como Dámaso Alonso o Vicente Aleixandre. Y aunque Ramón J. Sender no se siente a gusto en Estados Unidos, escribe incesantemente, y a veces alguna obra maestra, mientras que tanto Juan Ramón Jiménez como Cernuda se sienten mucho más de acuerdo consigo mismos fuera, muy lejos de la España de Franco, en el pleno exilio que aprovechan también un arquitecto de la modernidad como Josep Lluís Sert, o un ensayista musical como Adolfo Salazar, o un Josep Ferrater Mora que no se queja, como tampoco se queja Francisco Ayala, sobre todo a la vista de la deprimente suerte de quienes sí han seguido en España. Los nombrados son algunos de los protagonistas, episódicos e intermitentes, de un ensayo que quiere anudar algunas perspectivas complementarias sobre el exilio: evoca conductas y sentimientos de exiliados aclimatados a sus destinos, señala rutas discretas de regreso a España en forma de cartas, de libros, de revistas y paquetes desde muy temprano (1939), y asume que el exilio intempestivo del origen pudo reconvertirse en una posibilidad de vida fecunda después (y en ningún caso con España como esperanza de una vida mejor). No trata tanto de la vida en vilo del exilio como de la vida de veras gracias al exilio.