Resumen y sinopsis de El espíritu de la comedia de Antonio Escohotado
La decadencia del género cómico -al estilo de Aristófanes, Shakespeare o Molière- coincide con un auge universal de la farsa al nivel de la vida pública, cuyos grados más sublimes se alcanzan en la toma de decisiones políticas y económicas, en el universo de las cosas llamadas «importantes» y en todo lo ligado a la rápida dinámica de crecimiento estatal. Con otros nombres, aunque sin alterar un ápice de su naturaleza, la comparsa de impostores, usureros y bufones sigue repartiendo los viejos papeles: el embaucador siempre implacable y la víctima siempre ávida de victimación.
La primera parte del libro examina talantes que no son comedia, ni caben dentro de sus coordenadas. La riqueza del tener se contrapone a la riqueza del ser, usando como puntos de referencia a Aristóteles, Jünger, Castaneda y Cristo. En definitiva, la meta es recobrar aquello que los antiguos llamaban «sacro y eterno», como premisa para atacar de raíz ese empobrecimiento que cabe llamar alienación, unidimensionalidad o -más prosaicamente- presiones encaminadas a asegurar la integración social.
La segunda parte examina la nada, travestida de entidad, que funda el poder coactivo sobre otros. Concebida como empresa de atormentar al prójimo, la idea del Control se analiza al nivel de sus principios, sus ritos, sus colaboradores y sus valores supremos. El negocio del miedo, la comedia melopolicial, los equívocos sobre autodeterminación y terrorismo, son algunos de sus principales temas.