Resumen y sinopsis de La viuda Basquiat de Jennifer Clement
La leyenda ilumina y oculta al mismo tiempo a Jean-Michel Basquiat, un protagonista de la autodestrucción, y uno de esos “dioses que mueren jóvenes” de enorme talento. Artista autodidacta, marginado y ávido de fama, exhibicionista, drogadicto, Basquiat se incorpora al desfile agónico de artistas febriles que se inmolan en el exceso y resucitan en la admiración múltiple. El halo de “pintor maldito” se posa sobre Basquiat y lo presenta como un Basquiat reducido al apetito confuso del éxito, un antihéroe de una existencia desastrosa y un ser insomne que sólo se relaciona a través del escándalo.
Suzanne, la compañera de Basquiat en su etapa más tormentosa, narra episodios centrales de una vida agitada por las adicciones donde los relámpagos de lucidez y las devastaciones anímicas se producen en el ámbito de los famosos (Andy Warhol, Madonna, Keith Haring) y de los desesperados.
En La viuda Basquiat, Jeniffer Clement evoca la Nueva York del SIDA y los diseñadores de modas, de las discotecas y el hip hop, y de la pintura aderezada con droga. Suzanne habla del hombre consumido por esa “ilusión de eternidad” de tan efímera duración, y deja ver, entre el vértigo de la pasión por las formas y los personajes únicos, a un artista excepcional.