Resumen y sinopsis de El signo del unicornio de Roger Zelazny
Daba espanto verla, ya que en algunos aspectos era casi hermosa. Tenía el cuerpo de una serpiente, tan grande en el centro como un barril, con una cabeza masiva como un martillo. Los ojos eran de un verde muy transparente como el cristal, y con líneas muy finas que parecían indicar escamas. Podías mirarla directamente y ver sus órganos... opacos o nebulosos, sea cual fuere el caso. Podías perder la concentración viendo como funcionaba aquella cosa. Y tenía una crin densa, como cerdas de cristal, en torno a la cabeza, cubriendo su cuello. Su movimiento al verme fue como el fluir del agua... parecía agua viva, un río sin lecho y sin bancos. Lo que casi me congelo fue lo que vi dentro de su estomago: un hombre parcialmente digerido.