Resumen y sinopsis de El testigo mudo de Agatha Christie
La señorita Arundell es una acaudalada anciana solterona a quien sus sobrinos desean ver muerta para poder desahogarse de sus apremios económicos. Cuando sufre un accidente al caer por las escaleras, todos lo achacan a la pelotita de goma dejada por Bob, su perro. Pero la anciana desconfía, y piensa que han tratado de asesinarla. El 17 de abril escribe una carta a Poirot solicitando su ayuda, pero este no la recibe, misteriosamente, hasta el 28 de junio. Para ese entonces, la señorita Arundell ha sido asesinada, y el único testigo del crimen no puede hablar: se trata de Bob, su perro.
Ha participado en esta ficha: Caro1106
Nueva aventura de Poirot en compañía del capitán Hastings, narrador de la historia que expone, de una manera un tanto artificiosa narrativamente hablando, sus puntos fundamentales en el primer capítulo; una acaudalada anciana sufre un aparente accidente causado por la pelota de goma de su perro… aparente, porque su testamento es no poco generoso y sus familiares, carentes de escrúpulos y con sus propias motivaciones todos ellos, permanecen al acecho. Tenemos, por lo tanto, una tentativa de asesinato y una supuesta muerte natural, ya que la carta de la anciana llega a nuestro detective con retraso, poco después de su fallecimiento.
El belga y su amigo se adentrarán pues en la vida de un tranquilo pueblo del interior, para lo cual tendrán que recurrir, incluso más de la cuenta, a la mentira y al disimulo para destapar lo que se oculta tras el inocente juego de un perrillo, cuyos ladridos la autora tiene el curioso detalle de traducirlos del lenguaje perruno al humano, con un resultado que puede dar algo de repelús. De todos modos, el “testimonio” del animal no parece tan importante como se da a entender.
Los implicados, de buena posición, pertenecen todos ellos a una clase de seres abúlicos, ambiciosos y que no se molestan en enmascarar sus malas intenciones, recelosos ante los extranjeros. Seres superficiales, como un nuevo prototipo de mujer elegante, frívola y amante de los placeres, o mediocres, incapaces de estar a la altura de aquellos respecto de los que se sienten inferiores. Ambiciosos, como el joven y prometedor profesional que aspira a una mejor posición. Y aparece la figura de la “dama de compañía”, mujeres con la tarea de hacer más agradables las horas de las ancianas que, a veces, pagan sus atenciones con su mal carácter y autoritarismo.
Pistas, hallazgos, diálogos reveladores, detalles desapercibidos pero que guardan la clave del asunto, y cómo no, una reunión final para descubrir al culpable, el esquema es el habitual. A destacar el apabullante conocimiento del que hace gala doña Agatha de los venenos y sus efectos, así como la mención que se hace del espiritismo, que resulta caricaturizado de modo nada discreto y que sin embargo acabará por tener su peso y su importancia no menor dentro de la trama.
La premisa, al menos con el título en español, es de las mejores de Agatha Christie. Cuando comencé a leer, no entendía el cambio de persona y que Hastings entrara tarde (no en el sentido en el que lo diría Poirot). La resolución me pareció un poco débil comparada a otras en la carrera del detective. Sin embargo, entretenida lectura.
Buena novela ,de las que acostumbra la autora, que te mantiene enganchado a ella por una buena historia detectivesca y el gran número de posibles culpables. No sorprende pero entretiene y hace pasar un buen rato.
Me ha gustado mucho. Para mí, está entre los buenos de Agatha Christie. El final me ha sorprendido.
Otro caso para el famoso Hércules Poirot, que nos hará pasar una agradable lectura, en una obra no de las mejores de la autora, pero aún así gusta.
No es una de las mejores novelas que tiene Agatha Christie, pero es entretenida, ligera y, como siempre, la autora nos sorprende al desvelar el misterio final de la mano del inigualable Hercules Poirot.
Otro libro más del increíble Poirot. La autora era todo un genio.