Resumen y sinopsis de Los decorados del olvido de José María Álvarez
Pero la tarde aquella hora — como el poeta puede parar el tiempo en sus versos mostró la más hermosa que serías, y la belleza condenó a mi alma a un atroz exilio. Pues aunque ahora te tuviese ya no tendría la que fuiste ese instante. Nunca podré tenerla. Y mis ojos errarán por siempre. Y moriré odiando mis manos que serán polvo sin haber tocado el milagro...