En esta obra admirable, Valera nos relata la historia de Doña Luz, hija del marqués de Villafría. De procedencia algo dudosa por parte de madre y, sin embargo, reconocida por el marqués, cuando niña, la pequeña Luz vivió en distintos hogares. Al morir el marqués, confía a su hija, a la sazón de 15 años, al cuidado de su administrador Don Acisclo. El hombre cuida bien a Doña Luz, quien permanece en el pueblo llevando una vida ejemplar y haciéndose querer por todo el mundo, pero desdeñando a cualquier posible pretendiente.
Alrededor de nuestra heroína giran las vidas de otros personajes muy interesantes y tan bien retratados como la protagonista: doña Manolita, la hija del médico, y su esposo Pepe Güeto, el cura don Miguel, el médico don Anselmo y don Acisclo.
Obligación de la carrera, y menudo bodrio. Doña Luz es la oscuridad de la novela. La trama camina sin rumbo, sin que suceda absolutamente nada, para luego cambiar de rumbo y explicar una historia estúpida. ¡Incluso en la edición del libro indicaban que el autor no sabía qué hacer con la novela, que no sabía como acabarla! Esta novela, junto a Sotileza de Pereda sería las torturas que le regalaría a mi peor enemigo.
Obligación de la carrera, y menudo bodrio. Doña Luz es la oscuridad de la novela. La trama camina sin rumbo, sin que suceda absolutamente nada, para luego cambiar de rumbo y explicar una historia estúpida. ¡Incluso en la edición del libro indicaban que el autor no sabía qué hacer con la novela, que no sabía como acabarla! Esta novela, junto a Sotileza de Pereda sería las torturas que le regalaría a mi peor enemigo.