Resumen y sinopsis de La ciudad del diablo de Ángela Vallvey
Mientras Franco agoniza en la cama, una mujer aparece asesinada en una pequeña comunidad rural. Un párroco y su monaguillo se encargarán de la investigación.Mientras Francisco Franco agonizaba en El Pardo y la Marcha Verde avanzaba implacablemente por el Sahara, la muerte seguía repartiéndose generosamente por el mundo, y fue magnánima con San Esteban: el sábado, día 1 de noviembre, apareció el cadáver acuchillado de Clara, una madre soltera de 29 años y de vida un tanto “alegre” para los usos y costumbres de la pequeña localidad. El joven cura del pueblo, don Alberto, se tropezó con su cuerpo yerto cuando amanecía. La mujer estaba desnuda y ensangrentada, tirada en el suelo igual que una muñeca rota, delante de la puerta de la ermita donde el cura se disponía a oficiar misa un par de horas después. La noticia corrió como la pólvora, y pronto se convirtió en el principal chismorreo de la aldea. La gente de San Esteban no estaba acostumbrada a las muertes violentas. Y el hecho de que Clara fuera una mujer de costumbres demasiado “liberales”, se sumaba a la turbación de su triste final.
Jorge Ortiz Villamediana tenía 10 años y estaba enamorado de Merceditas, la hija de Clara, una madre soltera, como hemos dicho, que ya había escandalizado con su embarazo, en su momento, a la pequeña comunidad. El chico —Jorge— tenía dos hermanos y procedía de una familia acomodada, era monaguillo y ayudaba a don Alberto, uno de los dos curas del pueblo, en misa. Juntos, sacerdote y monaguillo, tratarán de averiguar quién es el asesino de Clara, aunque para ello tengan que luchar contra la insólita resistencia de algunos oscuros personajes del pueblo…
Ha participado en esta ficha: kerazesa
Novela con estilo cotidiano muy sencilla de leer y con no mucha trascendencia.
Me ha gustado. Sobre todo como cuenta la vida de la España de la época. Además en muchos pasajes me hizo sonreír y hasta reír. Lo del cura y el monaguillo es lo que me sobra, básicamente porque no es creíble. Aparte de eso la novela es amable y entretenida, la recomiendo.
Leyendo la sinopsis esperaba bastante más del libro, no conocía a la autora, pero no me ha entusiasmado, pienso que queda un tanto desmadejado en algunas partes, no me ha enganchado mucho, no lo recomendaría.
Según la sinopsis, entre el joven párroco D. Alberto y su monaguillo Ricardo de 10 años (en el colmo de los despropósitos, en la sinopsis de la edición que he leído al niño le cambian el nombre por el de Jorge) intentan desentrañar un crimen y este intento se queda en una entrevista con la hermana de la fallecida y otra con un personaje oscuro del pueblo, supuestamente amante de la finada; entrevistas en las que no aclaran nada sino sospechas sin más credibilidad que la inquina de ese personaje contra otro, por ende secundario, y... ¡se acabó! Esa es toda la investigación de los dos que, lógicamente, no ofrece resultados, ni buenos ni malos.
El final es abierto, no dejando claro quien es el autor del crimen y creo que es porque en ningún momento se pone de manifiesto un móvil para cometer el mismo, lo que considero otro error y, quizás, por el pasado y estado psicológico de los dos personajes en liza.
En fin, no me ha gustado pero admito que se lee, afortunadamente, con rapidez quizás porque no da lugar a elucubraciones de ningún tipo.
Absolutamente plano.
Muy buena narración. Intercala un hecho verídico de la historia de España, con un hecho imaginario de la historia de un pequeño pueblo. Ficción y realidad conviven haciendo que el lector se meta de lleno en la acción. Solo cojea al final dejando el misterio sin resolver del todo.