Resumen y sinopsis de Una cuestión de sangre de Ian Rankin
DECIMOCUARTA ENTREGA DE LA SERIE REBUS, POLICÍA Y SOSPECHOSO A LA VEZ
Ian Rankin vuelve a sorprendernos con la esperada catorceava entrega de su aclamada serie policíaca
Un exmilitar entra en una escuela de un pueblo costero al norte de Edimburgo, mata a dos jóvenes de diecisiete años y, luego, vuelve el arma contra sí mismo. En su investigación, el inspector Rebus descubre que el asesino y homicida tenía tanto amigos como enemigos en la comunidad, y que el mismo Ejército está poniendo trabas a su investigación. Para colmo, Rebus es sospechoso de matar a un delincuente que ha esctado acosando a su colega y más que amiga Siobban Clarke.
Estamos, en mi opinión, ante un perfecto ejemplo de lo que debe ser la novela negra.
La trama se desencadena a raíz del asesinato a sangre fría de 2 estudiantes, quedando otro malherido, en un instituto a manos de un miembro de un cuerpo de élite del ejército que se suicida acto seguido.
Paralelamente un delincuente de poca monta, acosador de la policía que declaró contra él, aparece calcinado en su domicilio, del que se a visto salir unas horas antes del descubrimiento del cadáver al compañero y amigo de la citada policía.
Son, estos dos policías, el tándem que utiliza el autor para desvelar los interrogantes de estos 2 luctuosos sucesos sin conexión entre sí...¿o sí la tienen?
A partir de ahí, la locura. Personajes perfectamente retratados que se mezclan unos con otros en un extraño cóctel entre los que se encuentran los asesinos, las víctimas, los amigos (tanto los reales como los supuestos) los policías listos, los menos listos...solo falta "aquel señor de Cáceres que pasó ese día por allí".
En el desarrollo de la trama, todos estos personajes van encajando como en un extraño puzle para, al final...muy al final, desentrañar las incógnitas que rodean a los dos sucesos sin aparente vínculo entre sí.
Los acontecimientos se suceden en cascada, en apariencia inconexos y, lejos de facilitarnos que imaginemos cómo y por qué pasó todo, nos enreda consiguiendo que el mero hecho de pensar en cerrar el libro se convierta en una labor poco menos que titánica.
Al final todo queda aclarado sin ningún género de dudas y sin utilizar técnicas cinematográficas de confusión, como el cambio de escena para resolver situaciones comprometidas y de difícil solución "en ese momento y en esas condiciones". En definitiva, todo obedece a un objetivo.
Otro mérito, a mi juicio, es que todos y cada uno de los personajes que aparecen, aun siendo numerosos y algunos aparentemente vacuos, tienen su parte de protagonismo en el desarrollo y desenlace de la novela. Al igual que antes con las situaciones, todos tienen su por qué.
En definitiva y sin olvidar que no deja de ser un tipo de literatura sin más pretensiones que las de entretener y hacernos desconectar de los problemas diarios, este libro lo califico con sobresaliente porque cumple, muy de largo, con su cometido.