Resumen y sinopsis de Una mujer va al médico de Ray Kluun
Sea lo que sea lo que penséis de mi, ésta es mi historia, un crudo relato sobre el amor.
¿Qué sucede cuando algo inesperado irrumpe en nuestra vida y la cambia por completo? ¿Estamos siempre a la altura de lo que se espera de nosotros? Ray Kluun vio cómo su vida daba un inesperado y terrible giro de ciento ochenta grados y, a raíz de esta experiencia, escribió Una mujer va al médico. Un relato duro y sin concesiones pero, en el fondo, también alentador, que ha cautivado a cientos de miles de lectores europeos.
La difícil y arriesgada propuesta de crear una novela que contenga mensajes de móvil, partidos del Ajax, un ménage à trois, un cáncer terminal, un viaje por Europa, un amor incondicional, una eutanasia que libera y una hermosa niña vestida de princesa con alas para festejar su tercer cumpleaños es lo que la hace única.
Por eso, leer Una mujer va al médico es una experiencia tan intensa, porque toca todas las cuerdas del alma humana.
Profundamente emotivo, Una mujer va al médico, es una de esas novelas que retrata lo cotidiano y lo extraordinario en la vida de un enfermo de cáncer. En ocasiones, resulta una historia dura y difícil de leer. Pero la trama se equilibra muy rápido y no ahonda en el sensacionalismo barato.
Esta obra con un fuerte contenido autobiográfico, está escrita por Ray Kluun, un hombre normal que tras perder a su mujer decidió escribir su historia. Y, pese a que Kluun es un novato, se las apaña francamente bien. Su estilo de escritura resulta fresco y dinámico. Cuenta con una prosa equilibrada, un lenguaje totalmente pragmático, pero lleno de hechos, personajes y expresiones holandesas aclaradas en las numerosas notas a pie de página, y unas descripciones excesivamente básicas. Los personajes son harina de otro costal. Resultan impactantemente sinceros pero desgarradoramente humanos. Supongo que el que este relato esté basado en hechos reales le añade mucha verosimilitud tanto a la trama como a los personajes. Sin embargo el protagonista, Stan, un hombre en la treintena con “monofobia”, es decir, el miedo exagerado a las relaciones monógamas, junto con su manera de ver la vida, consiguen que haya demasiada distancia entre personaje y lector. Y es que Stan es un personaje extravagante con el que no terminas de empatizar.
La historia que nos narra Una mujer va al médico es desgarradora. Pero también hermosa y, sobre todo, real. La historia comienza introduciéndonos a la pareja principal, Stan y Carmen, casados desde hace unos años y padres de una niña. Ambos son jóvenes y tienen empresas de éxito. Pero esta felicidad se ve truncada rápidamente cuando a Carmen le detectan cáncer de mama. A partir de ahí, se inicia el consabido periplo de médicos, pruebas y operaciones. Lo novedoso de esto, es que la historia está contada desde el punto de vista del acompañante y no de la enferma. Stan, que comete adulterio constantemente, es un egoísta y caprichoso, que tendrá que enfrentarse a situaciones muy difíciles. Así que el resto del libro oscila entre la vida de Stan y Carmen, adaptándose al cáncer y sobrellevándolo lo mejor posible, y la otra vida de Stan, llena de juergas nocturnas, numerosas mujeres, múltiples referencias a jugadores y partidos de fútbol y una mermada vida laboral. Y así hasta el final. Y es que el desenlace es brutal. Realmente sientes que se te saltan las lágrimas y empiezas a valorar más lo que supone estar aquí y con un grado de salud aceptable.
Definitivamente, Una mujer va al médico es una obra compleja emocionalmente hablando que nos enseña la lección más importante: todo puede cambiar en un instante. Por eso hay que vivir más, disfrutar más, amar más. Para que cuando llegue tu fin, puedas decir que, por lo menos, fuiste feliz alguna vez.
Lo empecé dubitativa, pues Stan no me caía demasiado bien... pero al final te acaba atrapando. Es muy duro... y una pena. Pero la vida sigue... para quien se queda en este mundo...
Un libro excelente que me marcó.
Impactante. Basada en la experiencia personal del autor, a cuya mujer detectaron un cáncer. Nos muestra la cruda realidad de la enfermedad.
Es la narración de una muerte en directo, en este caso de cáncer. Un poco cruda pero con su lado positivo, la de vivir hasta el último momento.
Una mujer va al médico, que en mi caso fue "una dona va al metge" porque me lo leí en catalán, me enganchó desde las primeras lineas.
No es el libro mejor escrito, ni el que tiene las frases mejor construidas, pero me ha impactado como ningún otro. Creo que el autor sabe darle mucho realismo a la situación en la que se desenvuelve el protagonista, y transmite muchísimo.
Lo recomiendo sin ninguna duda.